Comentarios sobre México y sus políticos

"Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

"La derecha cree en el libre mercado, la izquierda en la libertad social, y ambas no se dan cuenta que uniéndose se forma el liberalismo" (Sergio Sarmiento)

lunes, diciembre 12, 2005

YA TENEMOS LAS 3 OPCIONES

Pues ya tenemos las 3 opciones rumbo a las elecciones para Presidente de México para el periodo 2006-2012. Andrés López (AMLO) irá respaldado por una coalición entre el PRD, PT y Convergencia. Felipe Calderón (FC), después de haber dado la sorpresa derrotando a Santiago Creel (el favorito según muchos de Vicente Fox) en el único proceso democrático para elegir candidato entre todos los partidos políticos (lo del PRI fue una reverenda farsa, ¿alguien lo puede negar?), irá únicamente abanderando al PAN, pues ya no hubo (no pudieron) con quién coaligarse. Y Roberto Madrazo (RM) logró convencer ($$$) al PVEM para que se uniera al PRI y lo postularan. Se despejaron todas las incógnitas. Bueno, habrá quien me diga que si hay otras dos opciones, la del Partido Nueva Alianza (PNA, el que se asegura es una hechura de Elba Esther Gordillo) y la del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASC). Pero seamos realistas, estos dos últimos no tienen ninguna oportunidad de ganar la elección, quizá ni alcancen el registro.

Desde mi punto de vista sólo hay 6 opciones para el 2 de julio del 2006: votar por AMLO, votar por FC, votar por RM, votar por el PNA o el PASC, acudir a las urnas a anular el voto, o abstenerse de ir a votar. ¿Usted ya tomó su decisión? Si no lo ha hecho o todavía tiene dudas, es sumamente importante que se informe sobre todas y cada una de estas opciones. La peor, sin lugar a dudas, es abstenerse de ir a votar. Ya lo dijo el filósofo griego Platón, hace más de dos mil años: "El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos". También hay una cita de Albert Einstein que aplica para los abstencionistas: "La vida es muy peligrosa. No para las personas que se hacen el mal, sino para los que se sientan a ver lo que pasa". Si de plano no le gustan ninguno de los 3 punteros, los que tienen más posibilidades de ganar, puede estudiar o conocer las opciones del PNA y del PASC. Quizá su voto sirva para darles el registro y permitir que existan más opciones políticas en México. Pero si está asqueado de todo el sistema político mexicano, si busca una reforma o cambio en el largo plazo, pudiera considerar la opción de ir a las urnas a anular su voto. Es una opción moralmente válida y que es considerada ya en muchas otras democracias donde incluso pueden hasta anular una elección. Aquí en México eso no es posible, pero un buen porcentaje de votos nulos podría hacer que los políticos consideraran una reforma electoral que convirtiera nuestra partidocracia en una verdadera democracia. Para más información visitar la página http://www.anula-tu-voto.org.mx/

Descrito lo anterior, sólo nos quedamos con las 3 opciones de mayor peso político y que, ganen o pierdan, llevarán las riendas de México del 2006 al 2012. Es cierto que, ante una elección muy cerrada (como quizá sea), los votos por el PNA o el PASC, más los votos nulos, o un alto o bajo abstencionismo, decidirán quien sea el ganador entre AMLO, FC y RM, sin embargo también es cierto que gane quien gane el 2 de julio no lo hará con mayoría absoluta, no tendrá mayoría en el Congreso. AMLO tuvo, en algunas encuestas a principios del 2005, porcentajes de intención de voto por arriba del 40%, sobre todo durante el asunto del desafuero. Sin embargo, esos porcentajes no consideraban a las personas indecisas o que no contestaron la encuesta, lo cual es incorrecto. Hay que saber leer las encuestas, tener mucho cuidado, pues un pequeño dato omitido como ese puede cambiar toda la perspectiva. Sólo hay que tomar en cuenta aquellas encuestas que hayan sido levantadas casa por casa, no por teléfono, que muestren toda la información, como indecisos y gente que no quiso responder, y que no hayan sido solicitadas por ningún partido político. De cualquier forma, en las últimas encuestas, incluso aquellas solicitadas por el PRD, AMLO ya esta en niveles del 35% de intención de voto, seguido por Felipe Calderón y en tercer lugar Roberto Madrazo. Claro que todo puede suceder entre enero y junio (Fox estaba 20 puntos porcentuales debajo de Labastida en enero del 2000), pero lo mas probable es que sea se mantenga igual, 3 porciones muy similares.

Por disposición del IFE habrá "tregua" electoral a partir del 11 de diciembre y hasta el 18 de enero durante la cual ningún partido o candidato podrá hacer campaña, proselitismo electoral. Este "descanso" que tendremos del bombardeo mediático debemos aprovecharlo para investigar, analizar, estudiar, de manera más objetiva a estas opciones, sobre todo a las 3 principales si es que usted si está considerando votar por alguna de ellas. Es importante investigar y analizar las propuestas que plantearán éstas 3 opciones, pero aún más importante es investigar y conocer sus logros, sus aciertos, sus errores, su manera de trabajar, de comportarse, en puestos de elección anteriores. Para saber si una persona miente o no, para saber (o al menos intuir) si un candidato cumplirá sus promesas de campaña hay que saber, investigar, si las cumplió en empleos anteriores. Si queremos saber si alguno de esos candidatos será corrupto o se rodeará de corruptos, hay que investigar si tiene cola que le pisen. No basta con que presenten su declaración patrimonial. De nada sirve saber con que cuentan ahora, es mucho más importante saber cómo se hicieron de todas esas cosas. ¿Alguno de ellos presentará una declaración patrimonial en la cual informe cómo adquirió todo eso? Lo dudo, apuesto a que ninguno.

Como ciudadanos tenemos mucha tarea por hacer. Es urgente que nos quitemos el paradigma actual, al que nos acostumbró el PRI por más de 70 años: esperar que el gobierno nos resuelva todos los problemas. Todos y cada uno de los mexicanos somos parte del problema y por ende parte de la solución. Y un primer paso es ir a votar este próximo 2 de julio, ejercer nuestro derecho, pero también nuestra obligación. Pero un voto razonado, estudiado. Votar con el cerebro no con las tripas. ¿Quién de las 3 opciones representa un mejor futuro para México? O si lo prefieren, ¿cuál representa el futuro menos peor? Lamentablemente nuestro sistema de partidos no permite (o no promueve) que los mejores ciudadanos del país se postulen como candidatos, vaya, ni siquiera el mejor dentro de los partidos. Ante esta realidad, muchos no sabemos cómo votar el año que viene, ¿servirá de algo?

En las próximas semanas, y hasta el 2 de julio, me dedicaré a analizar, evaluar, y criticar las distintas propuestas que hagan estos 3 personajes. Trataré de arrojar un poco más de luz ante tanta paja con la que nos bombardearán a través de los medios de comunicación (con dinero de nuestros impuestos). ¿Por qué tal o cual propuesta sería o no adecuada? ¿Es factible? ¿Está en manos del ejecutivo o requeriría del apoyo del Congreso? ¿Dice los comos o se queda en el que? ¿Es una propuesta populista, de esas que a primera vista a ayudan a los pobres pero en el largo plazo hunde al país? En las manos de alguno de estos 3 señores, y de toda la camarilla de diputados y senadores que serán votados con ellos depende el próximo sexenio del país. La decisión es muy importante, crítica, para el bienestar de todos nosotros. No lo dejemos a la "decidia", no nos vayamos con la finta, con el discurso bonito, demagógico. Hagamos nuestra tarea.




Dany Osiel Portales Castro
Monterrey, NL, México
unete@anula-tu-voto.org.mx

http://editorial-danyportales.blogspot.com/

http://www.anula-tu-voto.org.mx

http://no-al-populismo.blogspot.com/

"Es mas fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)

"La vida es muy peligrosa. No para las personas que se hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". (Albert Einstein)

"La inteligencia de un ser humano se mide exactamente por la cantidad de felicidad que este pueda crear para el y para los demás" (Germán Dehesa)

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la politica es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

Por Dany Portales
23 de noviembre del 2005

En las dos últimas semanas fuimos testigos del pleito callejero entre nuestro Presidente Vicente Fox y su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez. Las relaciones exteriores de México no se encuentran entre los pocos éxitos que se le atribuyen a la administración foxista, sin embargo para mi no estuvo tan mal la forma en que Fox ha manejado éste asunto, sobre todo por el bajo nivel y actitudes que siempre ha tenido Hugo Chávez en sus relaciones exteriores. Éste escándalo internacional también ha servido para conocer un poco más de las actividades injerencistas de Venezuela y Cuba en nuestro país, particularmente su apoyo, no tan velado, al PRD y su candidato Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rumbo a las elecciones del año que entra. Estos dos temas requieren, sin duda, un análisis más profundo que el que algunos analistas, periodistas y políticos de oposición han tomado al respecto en franca crítica a Fox.

Hagamos primero un pequeño recuento de la historia del arribo al poder de Hugo Chávez en Venezuela. A principios de los 90’s el Coronel Hugo Chávez intentó un golpe de estado, quiso acceder por la fuerza al poder, no por medios democráticos. No pudo y estuvo algunos años en la cárcel. Dicho acto le dio mucha visibilidad en los medios, se hizo famoso entre los venezolanos, con lo cual inicio una larga campaña con discursos populistas y demagógicos manteniéndose en la mente de muchos de sus compatriotas. Venezuela, al igual que prácticamente todos los países latinoamericanos tiene una alta proporción de su población en la extrema pobreza, más del 40% de su población subsiste, aún hoy en día después de 6 años de régimen chavista, con un dólar o menos al día. En México, esa proporción es de aproximadamente el 20% de la población. Venezuela también sufre de la maldición del oro negro, es muy rica en petróleo y esa riqueza le ha causado más problemas que beneficios (al igual que México). Casi el 50% de su PIB gira alrededor de la industria petrolera, y alrededor del 80% de los ingresos del gobierno provienen de los impuestos al petróleo (en México esas proporciones son de menos del 10% y poco mas del 30% respectivamente). En los 90’s los gobiernos venezolanos realizaron muchas privatizaciones y abrieron más sus mercados (incluido el petrolero) a las inversiones extranjeras. Sin embargo, la pobreza de la mayoría de la gente no se resolvió y había mucho descontento por esas privatizaciones. En este contexto Chávez fue liberado y se lanzó como candidato a la presidencia enarbolando banderas populistas y demagógicas.

Chávez ganó con menos de la mitad de los votos, y tenía un Congreso mayoritariamente opositor así como una Suprema Corte de Justicia contraria, o al menos no alineada, a sus intereses. Pero quien ya tiene un registro de violencia en su pasado, de intolerancia, intransigencia, de actos de rebeldía y desobediencia a las leyes e instituciones no cambia de la noche a la mañana, y haciendo honor a su pasado, Chávez orquestó un autogolpe de Estado. Con el pretexto de realizar una nueva Constitución disolvió por la fuerza al Congreso y a la Suprema Corte de Justicia, llamó a elecciones legislativas constituyentes, las cuales obviamente manipuló a su antojo pues cuando meses antes no había obtenido la mayoría en las elecciones presidenciales, curiosamente en las legislativas constituyentes sus partidarios ganaron por amplia mayoría, la suficiente para aprobar una Constitución a su antojo. Tan a su antojo que permite la reelección inmediata indefinida del Presidente, y le otorga amplios poderes para expropiar tierras y empresas, desconocer tratados internacionales, contratos, etc.

Con tantos cambios al marco jurídico e institucional en un país tan pequeño, con tanta incertidumbre, una recesión económica es más que obvia, es esperada, sobre todo aunada por una baja en los precios del petróleo a finales de los 90’s y principios de este siglo. Chávez, como buen aspirante a dictador culpó de todos esos males a sus opositores y al gobierno de Estados Unidos. Una persona así nunca va a aceptar sus errores, siempre buscará causas externas, fuera de su control, para sus errores: “es un complot en su contra orquestado por las fuerzas oscuras, por los ricos, por los enemigos del pueblo”. Definitivamente tiene opositores al interior de Venezuela, incluso ya sufrió un intento de golpe de Estado, pero no ha sido nada que él no haya propiciado o incluso hecho anteriormente. Por cierto, el gobierno de Vicente Fox fue el primero que lo apoyó cuando estuvo cautivo por algunas horas en esa intentona golpista. Durante dos años consecutivos, 2002 y 2003, Venezuela experimento decrementos en su PIB (recesiones) del orden del 10% anual. Sin embargo, en el 2004, gracias a los altos precios del petróleo, experimentó un crecimiento de casi el 20% en su PIB, el cual se ha encargado de cacarear por todo el mundo, mostrando el éxito de su “revolución bolivariana” que abiertamente pretende extender por todo el continente. Sería bueno ver si puede sostener ese crecimiento dentro de 2 o 3 años cuando los precios del petróleo bajen.

Durante los 2 últimos años, Chávez se ha dedicado a despilfarrar la riqueza petrolera temporal de su país, aumentando artificialmente su popularidad. Sigue controlando al Congreso, al Poder Judicial, y al sistema electoral, por lo que nada sucede sin que él lo autorice. También ha modificado las leyes para imponer una mordaza a los medios de comunicación, por lo que en Venezuela ya es un crimen criticar, ofender, o ridiculizar al Presidente. ¿Se imaginan si eso existiera en México? Chávez también ha intervenido en los procesos electorales de Brasil, Bolivia, y Perú. También ha apoyado a la guerrilla colombiana lo cual le causó un altercado muy fuerte con el gobierno de Colombia. Y definitivamente sus tentáculos ya están en México. El ex embajador de Venezuela en nuestro país, Vladimir Villegas, también lo fue en Brasil durante su proceso electoral cuando “lula” llegó al poder. Su experiencia y estudios son en política, no en relaciones exteriores. Y en su breve estancia en México participó en actos políticos del PRD. De igual forma, en los últimos meses grupos de extrema izquierda, llamados redes bolivarianas han aparecido principalmente en el DF e incluso lo despidieron como héroe la semana pasada cuando fue expulsado.

Se ha criticado a Fox por las diferencias que ha tenido con otros países, principalmente Cuba, Argentina, Brasil, Chile y ahora Venezuela. Pero si analizamos a fondo esos “raspones” veremos que, a excepción de Chile, todos esos países, o mejor dicho los gobiernos en turno de esos países, han tenido múltiples problemas con otras naciones. Cuba mantiene ríspidas relaciones con la mayoría de los países europeos, principalmente España, no hablemos de su problema de siempre con EU. El canciller argentino y su presidente actual, Néstor Kirchner, también han tenido roces con otras naciones, Brasil igual, y ni hablar de Venezuela. Yo no puedo afirmar que la política exterior de Fox ha sido exitosa, no, no me malinterpreten, pero si ha sido muy diferente a la política exterior “tradicional” que los regímenes priístas mantuvieron por décadas: “no te molesto para que no me molestes”. La verdad a mi nunca me gustó la política exterior de no intervencionismo del pasado. No digo que me guste la de Fox, pero es diferente y creo que estamos aprendiendo. Cada vez es más difícil que un país permanezca aislado, el comercio, el flujo de capitales, de personas, los derechos humanos, las enfermedades, la pobreza, el terrorismo, en fin, son muchas las razones para que nuestro país tome un rol muy activo internacionalmente. Nuestra economía está entre las primeras 10 en tamaño, nuestra población también es de las mayores del mundo, muchos países europeos son más chicos que nosotros sin embargo juegan un rol más activo. Creo que el camino, la nueva política en lo teórico, es el correcto, pero definitivamente ha Fox y a su gabinetazo les ha fallado la ejecución.

En el caso Venezuela no nos queda otra mas que respaldar a nuestro Presidente Fox, la razón está de su lado. El gobierno y los medios argentinos desairaron a la Cumbre de las Américas celebrada en Mar de Plata, pues le dieron amplia cobertura a las manifestaciones y a la cumbre alterna en la cual Chávez y Maradona criticaron y ofendieron a los países que apoyan al Acuerdo de Libre Comercio de América (ALCA). Sin embargo, ya no se transmitió nada de los discursos de los presidentes americanos, excepto el discurso inaugural de Kirchner. Eso molestó mucho a la gran mayoría de los presidentes, de acuerdo a varios periodistas internacionales que lo vieron de primera mano como Andrés Oppenheimer, (y no como algunos “analistas” y políticos mexicanos que sólo se quedaron con la información en algunos medios), y cuando Fox habló simplemente mostró su molestia ante quienes se oponen al ALCA, y de ahí se está “agarrando” Chávez para decir que Fox inició el pleito, sin embargo el “se voló la barda” al calificar a Fox de “cachorro del imperio”. Se le olvidó al pelele de Castro que Fox lo apoyó cuando lo intentaron derrocar y que también el gobierno de México se opuso a la invasión de EU y sus aliados a Irak.

Así son los gobernantes populistas y demagógicos como Hugo Chávez o Fidel Castro. Se creen los únicos representantes, intérpretes de la voluntad del pueblo. Ante cualquier problema, intentan desviar la atención hacia algún agente externo. El maestro de maestros es Fidel Castro, durante más de 40 años ha mantenido a su pueblo en la opresión total, sin libertades, en una isla que es una cárcel masiva. Toda la atención siempre la ha desviado hacia “el enemigo externo”, “el imperio”: Estados Unidos. Lo mismo esta haciendo Chávez y ya lleva casi 6 años en el poder y ya amenazó con quedarse mínimo hasta el 2020. El mismo discurso antiimperialista, divisor clamando por una trasnochada lucha de clases. ¿Alguna semejanza con AMLO? Ahí lo tienen con la última ocurrencia de la semana, el lunes pasado el periódico El Norte publicó su más reciente encuesta rumbo a las elecciones del 2006, en la cual la ventaja de mas de 10 puntos porcentuales que durante meses mantuvo AMLO sobre sus contrincantes se ha esfumado y ahora esta en empate técnico con Felipe Calderón, del PAN. Su primera respuesta fue que el Grupo Reforma, casa editorial de El Norte, Reforma, Mural, entre otros diarios nacionales, había amañado la encuesta para ayudar a Calderón. Sin embargo, el propio AMLO en febrero pasado, cuando aún era Jefe de Gobierno del DF, en sus mañaneras conferencias de prensa, mencionó al mismo periódico como fuente confiable, pues había presentado una encuesta que lo ponía con más de 10 puntos arriba de Madrazo, el segundo lugar en aquella época. Así es AMLO, cuando le conviene, cuando algo le es favorable, lo ensalza, pero tan pronto recibe una crítica, descalifica. Lo mismo hizo con el Poder Judicial, con la Suprema Corte de Justicia, en las decisiones que le convenían se desvivía en elogios a los magistrados, pero cuando fallaban en su contra, no los bajaba de corruptos. Todo es parte de un complot en su contra para que él, que es el único representante del pueblo, de “los de abajo”, no llegue al poder. Tengamos cuidado, aprendamos de Venezuela y de Cuba.

FINANZAS PERSONALES

Por Dany Osiel Portales Castro con la colaboración de Ernesto Ramírez Franco.
31 de octubre del 2005

Mucho se habla de los índices de pobreza, de si han sido determinados correctamente y de cómo interpretarlos de manera adecuada. Esto lleva las discusiones al terreno de las causas, al terreno de lo que los gobernantes están haciendo, han hecho o deberían hacer. Incluso, a veces se buscan culpables fuera de nuestras fronteras o hasta en siglos pasados.

Es claro que podemos encontrar causas de la pobreza desde el origen mismo de nuestra patria: la mezcla de la cultura española con las culturas del norte de Mesoamérica, los casi 3 siglos como colonia, el sangriento nacimiento e infancia como país independiente, con sus guerras internas, intervenciones extranjeras y la pérdida de importantes porciones del territorio. Todo esto es indudablemente origen de nuestro presente nacional. También lo es las riquezas casi interminables, y todo lo bueno que pueda obtenerse de nuestra cultura.

Por otro lado, eso está en el pasado y nada podemos hacer al respecto.

Entonces el otro enfoque clásico es, naturalmente, ¿qué debe hacer el gobierno para aliviar la pobreza del país? Sabemos que debe haber cambios estructurales, reforma hacendaria, replantear el sistema completo de educación, cambios hasta en las estructuras mismas de los tres poderes, apertura económica, garantizar el estado de derecho, incentivos a la inversión privada, y muchas otras fórmulas probadas y comprobadas en otros países con similares circunstancias.
Un largo etcétera.

Pero, ¿y usted? ¿Qué hace usted para remediar la pobreza?

Si usted lleva las riendas de una familia o de usted solo, tal vez ya se habrá dado cuenta de que hay muchas cosas que le ayudan y otras muchas que le perjudican en su incesante lucha por salir adelante. Usted toma decisiones y realiza actividades día con día, que le mejoran o empeoran el nivel de vida.

Este es un tema que los medios no tocan, en parte porque tienen vela en el entierro. Veamos:

Es cierto que hay que mejorar el nivel de educación en el país. Pero, ¿Qué hace usted para elevar el nivel de educación en su hogar? ¿Anima a sus hijos a aprender en la escuela, en lugar de sólo pasar las materias? ¿Les ayuda usted con su tarea? ¿Cuántas horas por semana se dedican a leer libros y cuántas a ver TV? ¿Qué tipo de revistas se pueden encontrar en su sala: las del corazón y la farándula, técnicas o de mejoras de la casa, científicas o financieras acaso? Es indiscutible que hablar un idioma adicional es una enorme ventaja competitiva desde hace tiempo. Existe gente que ha aprendido un excelente inglés sin pagar un sólo centavo en instituciones privadas. Otras personas aprenden además italiano, francés, alemán o japonés luego de dominar el inglés.

Un recurso invaluable es el tiempo. El tiempo libre, el tiempo personal después de las ocupaciones es un tipo particularmente valioso de tiempo. ¿Qué hace usted con él? Se puede emplear en reparar los pequeños detalles de la casa, los que la hacen deteriorarse si se descuidan o la hacen verse mucho mejor si se toman en cuenta. Aumentar su acopio intelectual en un pasatiempo adecuado puede ser una buena idea, digamos iniciar y mantener una colección, inscribirse a un club que le haga ejercitar la mente, el espíritu o los músculos. O su caridad, recuerde que lo que se invierte en el prójimo menos afortunado regresa con rendimientos.
También puede dedicar 2 horas de su tiempo libre a ver una película comercial o un partido deportivo, que le van a entretener pero dudosamente le van a ayudar a mejorar su calidad de vida. De vez en cuando está bien, pero reconozca que convertirlo en la rutina del fin de semana le va a consumir muchísimas horas. No se necesita insistir que el tiempo es un recurso no renovable, ni un sólo segundo puede vivirse otra vez.

Pregúntese: “¿En torno a qué giran mis conversaciones de sobremesa?” Puede ser desde la política, el 'reality-show' o telenovela del momento, hasta la situación de su equipo deportivo favorito. O al estado de las negociaciones de paz en otras partes del mundo, o a los últimos descubrimientos sobre el cáncer. ¿Le parece que eso está muy lejos y no le afecta? Sin embargo usted piensa que el desempeño deportivo de 11 personas durante 90 minutos sí es muy importante, aunque usted no reciba un sólo centavo de ellos. Gane o pierda, el equipo sigue ahí. Y la situación del mundo, la ciencia, el país, ¿no nos afecta?

Si hacemos el equivalente de una reforma hacendaria donde todos paguen impuestos, en la familia significa que todos ayudan. Si los hijos no pueden percibir un ingreso, entonces pueden ayudar mucho con las tareas domésticas: lavar y guardar su ropa, recoger la mesa después de comer, pintar su habitación, etc. Esto trae el valor agregado de inculcar la disciplina, el trabajo en equipo, y la satisfacción de sentirse parte activa de la familia, entre otras cosas.

Se exige al gobierno transparencia en la forma de usar nuestros impuestos. Deberíamos entonces hacer lo mismo en nuestras finanzas personales. Una cosa es ganar dinero y otra es gastarlo. Si lo que ganamos no es mucho, o nunca es suficiente, entonces deberíamos poner mucha atención a la parte de gastarlo. Hay muchas maneras de gastar, usar o disfrutar del dinero. Se puede ahorrar para gastos imprevistos. Se puede invertir en algo que rinda beneficios en el mediano o largo plazo. Se puede gastar en chucherías que nos darán un gusto efímero. Se puede ahorrar para hacer compras más fuertes que pensábamos que estaban fuera de nuestro alcance. Si ahora va a comenzar a leer más libros, entonces tal vez pueda cancelar la suscripción al videoclub o a la televisión de paga.

¿Cómo hace usted sus compras? ¿Compra todo lo que se le antoja, sin detenerse a pensar si realmente lo necesita o siquiera va a usarlo? Si a usted le “quema” el dinero en las manos, en imprescindible que encuentre una manera efectiva de controlar sus compras. Un buena práctica, antes de comprar cualquier cosa, es preguntarse: "Si realmente necesito esto ¿cómo le había hecho entonces hasta ahora?". La respuesta podría ser que ese artículo no es estrictamente necesario. No se trata de volverse un tacaño y atesorar enfermizamente el dinero, sino de saber administrarlo. No compre a crédito. Si puede esperar a tener el dinero para comprar algo de contado mejor hágalo así y ahórrese un buen porcentaje de intereses. Un auto nuevo es un gusto, pero pierde una parte significativa de su valor sólo por sacarlo de la agencia. Compre seguros: de gastos médicos, de auto, de casa, etc. Siempre es más barato tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo. Las cosas de baja calidad son baratas pero no duran lo mismo o proporcionan el mismo servicio. Muchas veces termina uno comprando la versión cara de un artículo después de que la versión barata se descompuso, así que vale la pena considerar la calidad, aunque cueste más.

Las tarjetas de crédito son, como todo, una herramienta o una trampa, según se aprenda o no a usarlas adecuadamente. Si conoce las fechas de corte y de pago, el límite de crédito, etcétera, y entiende el proceso, entonces pague todo lo que pueda con ellas y liquide el saldo por completo en la fecha correspondiente. De esta manera aprovecha muchas ventajas de las tarjetas sin sufrir las consecuencias que pagan los que no saben administrarlas. Algunas hasta abonan a una chequera un porcentaje de lo que se gasta con ellas, otras además incluyen seguros de viaje y garantías extendidas, sólo por usarlas. Además, con frecuencia lo sacan a uno de un apuro. Si va a gastar más de lo que gana y no va a poder liquidar el saldo al final del período de corte, entonces mejor no las use, ya que los intereses son altísimos.

Los fundamentos de unas finanzas sanas, de una buena economía, de un país, estado, ciudad, empresa, familia o individuo son muy similares, por no decir idénticos. Nadie puede gastar más de lo que gana por mucho tiempo o de manera indefinida sin que caiga, eventualmente, en una crisis. La deuda sólo debe usarse para financiar una inversión que redituará ingresos futuros mayores con los cuales se cubrirá el capital y los intereses de ese préstamo. Pedir un préstamo para cubrir necesidades básicas (gasto corriente en un gobierno, o alimentos y servicios en un familia), de manera recurrente, es siempre una clara señal de que la administración no se esta llevando correctamente. En el caso de las familias sólo deberían tomar un crédito para comprar una casa, pues es un bien no perecedero que en la mayoría de los casos mantiene, y hasta incrementa, su valor con el paso del tiempo (con el mantenimiento adecuado). Fuera de eso, cualquier crédito en una familia podría indicar que se esta gastando más de lo que se gana lo cual puede llevar al desastre.

En resumidas cuentas, ¿cómo y en qué gasta usted su dinero? ¿En verdad vale la pena comprar la camiseta original de su equipo de favorito? ¿Ha pensado lo cara que es la cerveza, y que rara vez se toma sólo una? ¿Por qué cobran tan caros los refrescos en los restaurantes? Hay personas que sólo piden agua para acompañar la comida, y así le toman mejor el sabor, no ingieren calorías adicionales, y ahorra un buen porcentaje en la cuenta. No es chiste ni exageración: no todos los platillos requieren el burbujeo del refresco de cola. No es necesario adornar tanto el auto, si lo que le hace falta es un mejor mantenimiento. O tal vez pueda prescindir del equipo de sonido más poderoso y disfrutar la música a niveles más adecuados. Sale más barato y los oídos no se dañan. No se trata de escatimar, sino de emplear el dinero en lo que realmente se necesita o va a rendir mejores frutos. Al mismo tiempo, se enseña a los hijos con el ejemplo.

¿Y qué es lo que piensa respecto del trabajo? Si lo ve como una calamidad o como un mal necesario tal vez debería reconsiderarlo. El trabajo no debe ser visto como un castigo bíblico, sino como una oportunidad para sacar y aumentar lo mejor de uno mismo, en servicio de los demás. Si usted llega a casa y la mayoría de las veces se queja de su trabajo, su jefe, sus compañeros, etcétera, piense en el mensaje que les está dando a sus hijos. Y a usted mismo, usted está repitiéndose a sí mismo que pasa más de una tercera parte de su vida, que es más de la mitad de su tiempo despierto, en un lugar miserable o haciendo algo miserable. Sería mejor que fuera algo divertido, interesante y retador, y por lo cual además le pagan. El trabajo honesto es una de las cosas que pueden sacar adelante a una persona, familia o nación.

Si su situación económica es desahogada tal vez es porque ya tomaba en cuenta las consideraciones de arriba, y muchas otras, o ha logrado hacerse de un ingreso más que moderado. Felicitaciones. Para el resto de nosotros, siempre hay algo que mejorar.

¿TENEMOS SOBERANÍA?

Por Dany Portales
3 de octubre del 2005

En las últimas semanas el precio del gas natural se ha incrementado significativamente ocasionando una crisis en varios sectores industriales, que usan intensivamente ese energético, así como en muchos hogares del país. México es un país deficitario en gas natural, es decir, tenemos que importar el hidrocarburo para satisfacer nuestra demanda interna. Aunque no contamos con muchas reservas de gas como otros países, al menos deberíamos ser autosuficientes en gas natural, sino es que exportadores netos. En días pasados el Presidente Fox entregó al Congreso varias iniciativas, algunas de corto plazo, y otras de largo plazo, que buscan paliar la crisis en el incremento de los precios de la energía en nuestro país. Una de las propuestas pretenden modificar la Constitución para permitir que la extracción de gas natural seco (no asociado con petróleo) pueda ser concesionado a particulares, como ya se hace con todos los minerales (oro, plata, hierro, etc.), de tal manera que se incremente la oferta interna del energético, se deje de importar, y se pueda tener un precio más competitivo para empresas y familias. Sobra decir que, aún antes de leer las iniciativas, distintos grupos en el Congreso, principalmente del PRD y del PRI, se opusieron tajantemente a cualquier reforma que modifique la Constitución en materia de energía y petróleo, en detrimento de nuestra soberanía. Si esos cambios dañarían a nuestra soberanía quiere decir que México es un país soberano en materia de energía. ¿Realmente tenemos esa soberanía?

Partiendo del hecho de que tenemos que importar un porcentaje significativo del gas natural que consumimos, desde la zona del planeta donde se cotiza con el más alto precio, porque no hemos sido capaces de crear la infraestructura necesaria para encontrar, extraer y distribuir el hidrocarburo dentro de nuestro territorio, yo creo que no tenemos soberanía en materia energética. Desde 1992 el precio del gas natural en nuestro país se calcula en base a una fórmula definida desde entonces y conocida por todo mundo (políticos, empresarios, gobierno, etc.). El precio durante cualquier mes es un promedio de la cotización de los últimos 10 días del mes inmediato anterior en el mercado del sur de Estados Unidos. Durante los 90’s los precios internacionales del petróleo y gas natural estuvieron relativamente bajos, por lo que la fórmula funcionó, incluso hubo pequeños lapsos donde PEMEX perdió dinero, pues el precio internacional se cotizó por debajo de los costos de producción. Nadie se quejó, ningún industrial amenazó con paros o intentó pagar más por el gas para ayudar a las finanzas del país. Sin embargo, en los últimos 5 años, el precio de los hidrocarburos ha estado subiendo. Muy pocos, por no decir nadie, se protegió con coberturas que PEMEX ofreció para tal propósito. Los huracanes Katrina y Rita que golpearon las costas de EU en el Golfo de México, afectaron significativamente la capacidad productora de nuestro vecino, disparando los precios del petróleo y del gas hasta las nubes. Ahora si todo mundo exige que el Gobierno Federal haga algo, ahora si todo mundo se queja. ¿De quién es la culpa realmente? ¿Cuál es la causa raíz del problema? ¿Alguien se cuestiona esto?

Japón no cuenta con reservas de gas ni de petróleo, los tiene que importar de otros países. México cuenta con importantes reservas de ambos hidrocarburos. ¿Qué país es más soberano en materia energética? Si entendemos el concepto de soberanía simplemente como autosuficiencia respecto a terceras naciones, a no depender de nadie más para satisfacer nuestras necesidades, pues responderemos diciendo que ninguno de los dos países es soberano en materia energética. Sin embargo, eso no es soberanía en toda la extensión del concepto. Soberanía no es la simple posesión de un bien, es control sobre el mismo, conocer su movimiento, presente y futuro, para poder planear con suficiente precisión las acciones a tomar de tal manera que no afecten en el desempeño propio, en el nivel de vida, de satisfacción, de quien controla ese bien. La soberanía no es un concepto absoluto, como para decir que lo tienes o no lo tienes. Es relativo, es decir, hay distintos grados de soberanía sobre una cosa, diferentes niveles de control. Estados Unidos también es deficitario en materia de hidrocarburos, tiene que importarlos de todos los confines del mundo para satisfacer su demanda, sin embargo, ¿quién es más soberano en materia energética, México o EU? Aunque no estemos de acuerdo con los métodos imperialistas de nuestro vecino, tenemos que entender ellos son mucho más soberanos en energía que nosotros; incluso Japón, que importa prácticamente la totalidad de su consumo de hidrocarburos, es más soberano en energía que México, pues cuenta con coberturas y contratos de largo plazo que le dan una mayor certidumbre a sus habitantes, a sus empresas, sobre el comportamiento de los precios.

El trasnochado, caduco, reaccionario, nacionalista, concepto de soberanía que tienen la mayoría de los políticos en México (y lamentablemente la mayor parte de la población gracias a más de 70 años de adoctrinamiento por parte del PRI-gobierno a través de la educación pública) ha ocasionado que México, contando con los recursos naturales, no sea soberano en energía ni siquiera bajo esa simplista definición. Durante décadas, la visión estatista, paternalista, populista, de la economía solo ha logrado que México se retrase respecto al resto de las naciones. Hace 30 años los mexicanos teníamos mejor nivel de vida e ingreso que países como Corea, Irlanda, España o Chile. Hoy, esos países nos han dejado atrás gracias a que ellos tienen un concepto de soberanía mucho más amplio que el que nos ha regido a nosotros. Hoy hay quienes aseguran que debemos regresar a las políticas económicas y sociales implementadas en los 70’s para que México salga de su atraso. Su razonamiento es muy simple: “si en aquél entonces estábamos bien, o mejor que ahora, significa que lo que se hacía, lo que se dictaba desde el gobierno funcionaba y hay que repetirlo.” Ese razonamiento simplista es el resultado de un total, completo, desconocimiento del funcionamiento de la macroeconomía, de la economía en general, y de la total ignorancia de las condiciones, variables, externas e internas que afectan a un país.

Las acciones de gobierno, buenas o malas, por lo general no tienen resultados, buenos o malos, de manera inmediata, de hecho, cualquier acción de política económica realizada por un país tendrá efectos tanto inmediatos como de largo plazo. Incluso, dichos efectos, a lo largo del tiempo, pueden ser hasta opuestos. Por ejemplo, un excesivo gasto gubernamental basado en deuda pública puede tener efectos positivos en el corto plazo, habría más dinero en la economía, se generarían más empleos. Sin embargo, dicha deuda tiene efectos catastróficos en el mediano y sobre todo en el largo plazo, pues eventualmente se tendrá que pagar, y se desviarán recursos del Erario, de los impuestos, para cubrirla. Recursos que quizá debieron ser para infraestructura y/o educación, por ejemplo. Además, inyectar dinero a la economía sin que éste haya sido generado de manera productiva (con trabajo), genera inflación, pues la oferta de productos y servicios no es elástica, es fija (en el corto plazo), la demanda sube por el exceso de dinero, subiendo los precios. Esto es lo que nos ha pasado en los últimos 35 años. Durante los 70’s los gobiernos populistas de Luis Echeverría (LEA) y de José López Portillo (JLP) se endeudaron irresponsablemente bajo la idea de que los altos precios del petróleo durarían para siempre. Pero eso no fue lo peor, lo más grave es que usaron dicho endeudamiento para gasto corriente, principalmente contrataron a más burócratas, tanto en dependencias gubernamentales como en las empresas paraestatales, incrementaron los sueldos y prestaciones a todo mundo (mismos que, por ley, no pueden ser reducidos o cancelados después sin el consentimiento de los trabajadores), y las aberraciones fiscales de subsidiar muchos productos básicos, dejar fuera del IVA a alimentos, medicinas y otros insumos, así como no cobrarle impuestos a la gran mayoría de burócratas.

Aunque la inflación no tardó en presentarse desde mediados del sexenio de LEA, la gente que vivió y trabajó en ésa época no recuerda la crisis como grave, pues la burbuja de bonanza ocultó los problemas muy bien. Pero, al caer los precios internacionales del petróleo a principios de los 80’s, todo se colapsó. Y desde entonces, desde hace 25 años, no hemos dejado de sufrir, de pagar las consecuencias, de las pésimas políticas económicas de los 70’s. Las inflaciones de hasta 3 dígitos durante prácticamente todos los 80’s y las de 2 dígitos en los 90’s, acabaron con el poder adquisitivo de la población. Los gobiernos se vieron acorralados entre un incremento del gasto corriente, de las pensiones, sueldos y prestaciones de los burócratas, así como una mayor carga del servicio de la deuda, y una menor recaudación fiscal por la cantidad de exenciones y excepciones. Lo único que ha medio cubierto a las finanzas del gobierno ha sido el ingreso petrolero, pero en detrimento de PEMEX y de la inversión en exploración y producción de los hidrocarburos, entre otras cosas. Esas son las causas raíz del problema que tenemos hoy en día respecto a los altos precios de gas natural, de gasolina, de electricidad. Yo no estoy descubriendo el hilo negro, cualquiera con 2 dedos de frente y conocimientos básicos en economía, finanzas, e historia reciente puede llegar a la misma conclusión. La mayoría de los políticos, de los empresarios, de los medios de comunicación tienen ésta información, pero no les importa. Los políticos de oposición, así como los empresarios, que piden que, por decreto, baje el precio del gas natural no dicen que el presupuesto esta fijo desde que el Congreso lo aprueba el año anterior. El gobierno no puede bajar el precio más allá de lo que se había estimado y con lo que se hicieron los cálculos de ingresos. Si lo hace, tendrá que tomar dinero que tenía otro destino, y alguien más se quejará. O tendrá que endeudarse, a costa de muchos, para subsidiar a unos pocos (la historia de México).

De cualquier manera, son sólo paliativos, nada de eso ataca el problema de fondo: una reforma estructural mayor, que cambie el sistema fiscal, el energético, el laboral, político y social de todo el país. Todo esta interrelacionado, no se puede hacer una reforma energética sin afectar a los ingresos del gobierno, o no se puede hacer una reforma fiscal sin contar con un nuevo contrato laboral. Y no se puede hacer ninguna de las anteriores mientras no haya una reforma del Estado que acabe o minimice a la partidocracia y de la cual resulte un Congreso que verdaderamente represente a los intereses de la mayoría y no sólo a intereses de grupo, de unos cuantos, de unas cúpulas partidistas que quieren seguir pegados de la ubre del Erario (favor de visitar www.anula-tu-voto.org.mx ). Por eso el gobierno tuvo que “vetar” la reforma al régimen fiscal de PEMEX, pues al no haber una reforma fiscal integral, el gobierno tendrá menos dinero en el 2006, y muchos programas sociales, educativos y de seguridad, tendrán que cancelarse, pues el gasto corriente (deuda pública, pensiones y sueldos de burócratas, principalmente) se comerá lo poco que se recauda por IVA e ISR.

México sería mucho más soberano en materia energética si todo, o la mayoría, del petróleo y gas natural se procesaran (diferente a explotación, ojo) en nuestro territorio, aunque fuese por compañías extranjeras, pero que generaran empleo e impuestos aquí. Hoy en día importamos gas natural, gasolina, diesel, pero sobre todo importamos la gran mayoría de los derivados del petróleo, plásticos y petroquímicos, que pudieran producirse aquí si la miopía de “nuestros” políticos se terminara. Deberíamos estar exportando gasolina, plásticos y otros químicos, producidos en México, con nuestros hidrocarburos, aunque fueran compañías privadas, extranjeras inclusive, quienes lo hicieran. Entonces si seríamos soberanos. ¿O usted que opina?

PRESUPUESTO 2006 Y PEMEX

Por Dany Portales
12 de septiembre del 2005

La semana pasada el Presidente Fox presentó su propuesta de Ley de Ingresos y Egresos para el 2006 así como también “vetó” (regresó al Congreso con observaciones para su revisión) la reforma al régimen de PEMEX que en semanas pasadas había autorizado el Poder Legislativo. Como ya es costumbre desde el sexenio de Ernesto Zedillo, el Congreso y los partidos políticos de oposición se apresuraron a criticar por todos los lados posibles ambas acciones. La mayoría de los medios de comunicación y analistas políticos sólo se han limitado a difundir esas críticas sin realizar un análisis económico y financiero profundo del problema raíz que aqueja a las finanzas públicas. Los legisladores son unos hipócritas de primera, pues los verdaderos responsables de la parálisis del país son ellos, que no aprueban ninguna reforma, y lo poco que aprueban sólo es para su propio beneficio, como el aumento de más del 10% al presupuesto del Poder Legislativo.

Mucha gente me ha criticado en los últimos 5 años porque he atribuido la mayor culpa de la parálisis del país al Congreso y no tanto a Fox y su gabinetazo. Varios no me bajan de filo-foxista y panista. Nunca he negado que yo voté por Fox en el 2000 y que fui un promotor activo del “voto útil” que, sin el cual, no habría habido alternancia en Los Pinos, pero de eso a pasarle todo a Fox o considerarme militante del PAN hay mucha diferencia. En varias ocasiones, en este espacio, he criticado los terribles errores que Fox y su equipo han cometido, que no son pocos. El principal, para mi, es la debilidad que han mostrado para aplicar el Estado de Derecho, la ley, ante situaciones de presión de grupos minoritarios en detrimento del bien de la mayoría, como fue el caso de Atenco o el más reciente flaqueo con la publicación de la Ley Cañera que beneficia a un sector caciquil en perjuicio de los consumidores mexicanos. Sin embargo, desde mucho antes de las elecciones del 2 de julio del 2000, yo siempre tuve claro que los grandes cambios que requiere este país, los popularmente llamados estructurales, son responsabilidad casi única del Congreso, pues, todos y cada uno de ellos, requieren cambios profundos en nuestras leyes y en la Constitución. Ninguno de esos cambios sucederá por deseo o trabajo del Poder Ejecutivo, mucho menos con un Congreso mayoritariamente opositor.

De hecho, cuando he criticado al Congreso por no aprobar (y a veces ni siquiera discutir) alguna propuesta de Fox, no lo he hecho pensando que la iniciativas del Presidente son perfectas y deben o debieron aprobarse tal cual, sin modificarle ni una coma. No, los critico porque el Congreso en México tiene la capacidad de generar sus propias iniciativas, de crear las reformas sin esperar a que el Presidente les proponga algo o les diga el rumbo. A mi no me interesa que aprueben la reforma fiscal de Fox, o su propuesta energética o laboral, no, me interesa que se hagan cambios en esos temas, cambios progresistas, modernos, que generen el marco estructural que potencie el crecimiento y competitividad del país. Los partidos políticos de oposición, y sus representantes en el Congreso han hecho tal ruido en los medios, que todo lo han resumido como que al Presidente le faltó operación política, negociación, con el Legislativo. ¿Será? Las negociaciones, los acuerdos, nunca son unilaterales, siempre se dan entre dos o más personas o grupos. Si no hay acuerdos, compromisos, los responsables del fracaso son todos los participantes. Sin embargo, la mejor prueba para evidenciar que la mayor responsabilidad del fracaso ha estado del lado del Congreso se da en un tema de forma y no de fondo, en un asunto que nada tiene que ver el Presidente y que sólo atañe al Legislativo: La reforma a su Ley Orgánica y el formato de los informes presidenciales.

Todos los años leemos y escuchamos las críticas de los partidos de oposición sobre el formato del informe, su obsolescencia. Este año no fue la excepción y la novedad es que el Presidente no dio un informe sino un discurso político y todos ofendidos, que “dónde estuvo el informe” y no se cuantas necedades más. ¿Por qué, si todos están de acuerdo en que el formato del informe presidencial ya no responde a la situación actual del país, de la pluralidad política, no se ha reformado la Ley Orgánica del Congreso para permitir que el Presidente asista a escuchar los planteamientos de todos los grupos parlamentarios? ¿Por qué el Congreso no modifica esos reglamentos para exigirle al Ejecutivo que tiene que dar un informe como debe de ser, con cifras reales, buenas y malas, y que responda preguntas directas de los legisladores? Todo esto esta a discusión también desde la segunda mitad del sexenio zedillista y ya mero se acaba el de Fox y todo sigue igual. Para mi es más que evidente que el problema de falta de acuerdos, de inoperancia política, de ineptitud, de excesivos intereses particulares y de grupo está mucho más fuerte entre los legisladores que en el Presidente. De hecho, siendo estrictos legalmente hablando, el Presidente de México tiene muy poco poder, tiene un margen de acción sumamente acotado, casi sólo se limita a ejecutar lo que el Congreso le ordene. Lo que pasa es que históricamente estamos acostumbrados a un presidencialismo exacerbado, con un Congreso mayoritariamente leal y subordinado al Ejecutivo, por lo que todo mundo cree que lo bueno o lo malo que sucede en éste país, lo que se hace o se deja de hacer, es responsabilidad del Presidente. Ya no es así.

Por eso me parece ridículo que los Legisladores ahora se sientan ofendidos porque se “vetó” la reforma del régimen fiscal de PEMEX. Sin lugar a dudas se requiere dicha reforma, eso no esta a discusión. El problema radica que no se puede cancelar o disminuir ese ingreso a las arcas federales sin compensarlo de alguna forma o reduciendo drásticamente el gasto. Buena parte de los problemas que México tiene y que requieren recursos económicos para su solución son interdependientes, es decir, no se podrán solucionar de manera independiente, pues asignarle recursos a algo repercute en la disminución a otro rubro. Esto no lo han podido o querido entender los políticos, los legisladores y por eso muy poco se ha hecho para realizar los cambios estructurales.

Por ejemplo, el problema puntual de los altos precios del gas natural que están afectando a muchas empresas y familias. Desde 1992 el gobierno usa una fórmula para fijar el precio del gas natural para cada mes conforme a la cotización promedio de los últimos 10 días del mes anterior en Texas. Hace 10 años cuando los precios del petróleo estaban por los suelos, nadie se quejaba, todo mundo estaba contento pues el precio del gas era barato. Sin embargo, los energéticos son muy volátiles, y en la presente década los precios han tendido a la alza. Ahora todos se quejan, quieren subsidios o que PEMEX cambie la fórmula. Aunque PEMEX importa mucho gas natural a precios del sur de Texas, la mayor parte del hidrocarburo se produce en México y el costo promedio de producción es, estos momentos, aproximadamente 4 veces menor al precio al que se venderá a los industriales y a los hogares en el país. A primera vista todo indica que si se puede reducir “artificialmente” o por decreto el precio. Sin embargo, cualquier reducción que se proponga, impactará los ingresos de PEMEX y también los de la SHCP. De igual forma no se pueden reducir los precios de los otros combustibles (gasolina y diesel) nada más por decreto. El gobierno hizo un presupuesto y cuenta con esos ingresos. No se puede reducir los precios sin compensar a Hacienda por otro lado. Los burócratas como quiera exigen sus sueldos cada quincena (libre de impuestos nada mas a ellos) sin retrazo, ¿verdad? En resumen, no se pueden hacer esas reformas (ni proponerlas y quien lo haga es un populista demagogo) a precios o esquemas de tarifas públicas sin realizar una reforma fiscal integral primero.

Hoy algunos hasta afirman que se esta ordeñando a PEMEX, que no estamos invirtiendo en el futuro, y están en lo correcto. Pero el problema no es de ahora, sino que viene desde la década de los 70’s cuando los gobiernos priístas, populistas y demagógicos de esa época que redujeron los impuestos, crearon muchas áreas en la economía protegidas, subsidiadas, dieron jugosas prerrogativas a los burócratas y trabajadores de paraestatales, con tal de mantener el control sobre el país. Cegados con la repentina abundancia petrolera, usaron esos ingresos extraordinarios para cubrir gasto corriente, lo cual fue una locura. Dicha estructura fiscal sigue hasta nuestros días, donde más del 30% de los ingresos del gobierno vienen de PEMEX. El 100% del gasto corriente debería ser cubierto única y exclusivamente con la recaudación por el IVA y por el ISR. Así debe empezar a diseñarse la reforma fiscal. Los recursos de PEMEX deberían de usarse única y exclusivamente para inversión en infraestructura (carreteras, puentes, aeropuertos, puertos, etc.), en inversión en educación (escuelas, equipo, libros, etc.) y en investigación y nuevas tecnologías (ciencia y tecnología, energía no renovable, etc.). ¿Acaso estoy descubriendo el hilo negro? ¿Por qué a los legisladores no se les ocurren ideas como esta?

No, ellos están preocupados por quién será el candidato en su partido rumbo al 2006. Se preocupan en que beneficio podrán sacar del presupuesto para su grupo de poder o sindicato el próximo año. Están preocupados en como darle en la torre al partido en turno en el poder para maximizar sus oportunidades de ganar en las elecciones. Mientras el sistema de partidos en México, mientras la Ley electoral y la Constitución privilegien a los partidos políticos como los únicos con acceso al poder, mientras no haya una reforma que minimice la partidocracia este país seguirá condenado al retraso, a la mediocridad, al tercermundismo. Urge que los legisladores rindan cuentas a sus electores de cómo votan en el Congreso y la reelección es una buena forma para ello. Urge que existan más legisladores independientes, sin lazos partidistas. Que cualquier ciudadano con arraigo en su distrito pueda postularse para diputado local o federal. Urge que los legisladores plurinominales no sean asignados por las cúpulas partidistas por medio de una lista donde se reparten huesos sino que sean escogidos entre los segundos y terceros lugares de los 300 distritos del país. Sin éstos y otros cambios el Congreso seguirá siendo un botín de los partidos políticos y la verdad no importará gran cosa quien gane la presidencia en el 2006. Para más información favor de visitar la página: www.anula-tu-voto.org.mx