La opinión de un magistrado de la Suprema Corte de Justicia no hace jurisprudencia. Quienes vivimos de cerca la forma de operar del crimen organizado, la cantidad de elementos y armamento que tienen, sabemos que ellos declararon una guerra al Estado Mexicano. No es una guerra convencional, no tiene motivos políticos ni ideológicos como quizá el magistrado Cossío cree que sólo así puede llamársele guerra. Pero si cooptaron, suplantaron, al Estado en muchos municipios y estados del país cobrando impuestos (derechos de piso, extorsiones, secuestros) e imponiendo su ley (robos, asesinatos, ajustes de cuentas), donde las autoridades locales sólo lo son de membrete.
Si no fuera por el auxilio que han brindado las Fuerzas Armadas en esas regiones, definitivamente ya no habría Estado. Esto no significa, por otro lado, que los miembros de las Fuerzas Armadas no deban ser juzgados por tribunales civiles cuando han dañado a personas inocentes en su lucha contra el crimen organizado. Son cosas muy diferentes.