Las verdaderas intenciones de AMLO

Todos creíamos, o al menos lo deseábamos, que después del 2 de julio la paz y tranquilidad regresarían al país después de unas campañas electorales tan reñidas, tan divisoras, tan intolerantes, tan agresivas. Pero ¡oh sorpresa!, ya pasaron 3 semanas y la división y rispidez solo han aumentado. El peor escenario posible, al menos desde el punto de vista de conflicto postelectoral, sucedió: la diferencia entre el 1er y 2º lugar fue muy pequeña, del 0.57%, y el perdedor fue Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el que menos probabilidades tenía de aceptar un resultado adverso por su historial y perfil psicológico.

El desorden postelectoral inició la misma noche del 2 de julio, cuando después de las 11:00 PM, cuando el Consejero Presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, ante lo cerrado de la competencia, declaró que el conteo rápido, compuesto por más de 7000 casillas escogidas al azar, no podría declarar un ganador. Dicho conteo rápido estaba diseñado para tener un margen de error menor al 1%, lo cual parecía aceptable, sin embargo el resultado tan cerrado imposibilitó declarar un ganador. Lamentablemente AMLO tiró la primera piedra, pues ante los medios, con cobertura nacional, después de los mensajes de Ugalde y del Presidente Fox, se autodeclaró ganador por más de 500 mil votos de acuerdo a “sus” encuestas y conteos rápidos. Claro esta que no mencionó ninguna fuente, no dijo que casa encuestadora había hecho tales estudios ni nada. Felipe Calderón no se quiso quedar atrás e inmediatamente después de AMLO apareció también en los medios afirmado que respetaba la decisión del IFE de no declarar un ganador y que esperaría el resultado oficial, pero que según “sus” encuestas de salida él había ganado, aunque Calderón si citó empresas y medios de comunicación como fuentes de esas encuestas.

Mientras el PREP estuvo en operación, Felipe siempre mantuvo una ventaja sobre AMLO, aunque al momento de cerrarlo, el lunes 3 de julio a las 8:00 PM, con alrededor del 98% de las casillas computadas, dicha ventaja se había reducido a un poco más del 1%, algo así como 400 mil votos. Nuevamente AMLO salió a los medios a declarar que de acuerdo a “sus” conteos él había ganado, nuevamente repitió la cifra de 500 mil votos, que el PREP había sido manipulado, que no era posible que nunca hubo un cruce en la tendencia. El martes 4 por la mañana AMLO acusó al IFE de imparcialidad, empezó a hablar de un fraude cibernético con el PREP, se dijo incluso que “sus expertos” habían obtenido un “factor del fraude”, que por cada voto que AMLO tenía, un algoritmo dentro del programa del PREP le daba a Felipe una pequeña fracción adicional. También afirmó que había más de 3 millones de votos perdidos en el PREP, que se estaban escondiendo, que ahí estaba su triunfo. Por la tarde-noche de ese mismo martes, el IFE aclaró el asunto de los famosos “votos perdidos”. Desde muchos meses antes de la elección, todos los partidos, incluidos los que apoyaron a AMLO, aprobaron junto con el IFE un acuerdo en el cual las actas con inconsistencias no serían tomadas en cuenta para el PREP.

AMLO y si equipo sabían eso, pero no les importó mentir ante todos los medios. Si, es cierto, el IFE cometió un error por no haber avisado a los medios y a la población en general que esas actas con inconsistencias no serían computadas, pero de eso a afirmar que se escondieron con dolo, hay mucho trecho. AMLO lo que quería era empezar a desprestigiar al IFE, y lo estaba logrando. El IFE esa noche del martes publicó los resultados de esas actas con inconsistencias y la ventaja de Calderón se redujo a un 0.6% de los votos, alrededor de 250 mil votos. De todos modos, AMLO insistió en su dicho, que el PREP había sido manipulado y que el IFE había escondido esos votos con dolo.

El miércoles 6 inició el conteo distrital donde se suman, una por una, los resultados de las actas de cada casilla. Dicho conteo es el oficial, pues el PREP se diseñó como una herramienta para mejorar la transparencia del proceso y no para declarar a un ganador o para obtener datos oficiales. En dicho conteo distrital, ante la vista de los consejeros electorales, representantes de partido, y de los medios, se revisan las actas y, si se encuentra alguna irregularidad contemplada en el COFIPE, se abren los paquetes y se vuelven a contar los votos. La Alianza por el bien de todos se aprovechó de esa posibilidad para retrasar, de manera premeditada, el conteo de las actas en todos los distritos en que perdió, principalmente en el norte del país. AMLO y sus seguidores sabían que el IFE iba a estar publicando el avance del conteo distrital, y como el conteo sería mucho más rápido en los distritos que ellos ganaron manipularon la publicación del avance del conteo. Desde el mediodía de ese miércoles, cuando inició la publicación de los avances, AMLO estuvo por arriba de Calderón. Ellos aprovecharon dicha situación para aparecer en todos los medios afirmando que eso era la prueba máxima de que el PREP había sido manipulado y que AMLO era el verdadero ganador.

Sin embargo, el PAN desde el miércoles por la tarde acusó ante el IFE y los medios que la gente de AMLO estaba retrasando el conteo de las actas en todos los distritos que Calderón había ganado. Para el jueves 6 por la tarde, finalizado el conteo en el 100% de los distritos, se comprobó la precisión del PREP, los resultados oficiales del IFE fueron que sufragaron 42 millones 249 mil 541 mexicanos cuyos votos fueron computados en 130 mil 477 casillas por 909 mil 575 ciudadanos, el candidato de la Alianza por el bien de todos a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, resultó perdedor por un margen de 0.57 por ciento, equivalente a 240 mil 822 votos, frente al candidato del PAN, Felipe Calderón. Esto lo declaró el consejero presidente del IFE ese jueves por la tarde. No declaró vencedor a nadie, ni dijo que Calderón fuera oficialmente el presidente electo, simplemente se limitó a dar las cifras y mencionar quien obtuvo más votos. Claro esta que AMLO y sus seguidores se rasgaron las vestiduras afirmando que Ugalde se había sobrepasado en sus atribuciones, lo cual confirmaba la parcialidad del IFE a favor de Calderón y que todo el proceso había estado plagado de irregularidades, que había habido un fraude cibernético y que se tenía que contar de nuevo voto por voto, casilla por casilla, para comprobar que AMLO había ganado la elección.

Un conteo voto x voto demostraría que el PREP había sido manipulado, así como el conteo distrital. El sabado 8 de julio AMLO concentró, según “sus” cifras, a alrededor de 300 mil personas en el Zócalo del DF. Desde esa tribuna arremetió contra el IFE, Fox, el PAN, Calderón, la extrema derecha, los ricos, los pirruris, a las fuerzas oscuras de querer robarle su triunfo indiscutible. Llamó a sus seguidores a defender, con “movilización pacificas”, su triunfo y continuó afirmando que él había ganado por más de 500 mil votos. Nuevamente no aportó ninguna prueba para respaldar su dicho. Recordemos que durante la campaña el siempre afirmó que en “sus encuestas” el iba arriba por al menos 10 puntos porcentuales, es decir mas de 4 millones de votos. ¿Qué pasó con esa tremenda ventaja? ¿Cómo se redujo a sólo 500 mil votos en una semana, entre sus últimos comentarios al respecto y el día de la elección? Otra de las innumerables incongruencias de AMLO nunca aclaradas.

De manera paralela, AMLO y los partidos que lo apoyan, siguieron el proceso legal de impugnación al cual tienen derecho. Sin embargo aquí aparecen más incongruencias. Para empezar ellos piden el conteo voto x voto y casilla x casilla de las 130 mil 477 casillas, sin embargo ante el TRIFE sólo impugnaron alrededor de 50 mil casillas, poco menos del 40% del total. ¿Cómo pretenden que el TRIFE ordene repetir el conteo voto x voto en la totalidad de las casillas si ni siquiera impugnaron la mitad de las mismas? Pero eso no lo dicen en los medios. Tampoco han dado pruebas de las irregularidades; presentaron unos videos donde supuestamente se estaban embarazando urnas el día de la elección, fue cuando cambiaron la versión del fraude cibernético al “fraude a la antigüita”, que el fraude no había sido con el PREP (seguir con ese dicho sería desprestigiar a la UNAM y a reconocidísimos profesores e investigadores de esa institución que participaron en el diseño y funcionamiento del PREP, y ya sabemos que la UNAM es intocable para la mayoría de los seguidores de AMLO). Sin embargo dichos videos ya fueron desmentidos por los ciudadanos insaculados por el IFE como funcionarios de esas casillas, incluso hasta por los representantes de AMLO que estuvieron ese día y firmaron las actas. Lo que sucedió fue que mucha gente se confundió a la hora de colocar las boletas de diputado y las metió en la urna para presidente, y viceversa. Pero eso sucedió en casi todas las casillas, es algo común y esta contemplado en la ley. Otra mentira más de AMLO en los medios.

Pero AMLO volvió a cambiar la versión, casi diario lo hace. Después de que muchos de sus representantes de casilla, cuando fueron entrevistados por los medios, afirmaron que ellos no presenciaron ninguna irregularidad y que por eso firmaron de conformidad las actas de las casillas que vigilaron, AMLO tuvo la desvergüenza de decir, con esa simpleza maniquea que lo caracteriza, que más de 50 mil de sus seguidores que actuaron como sus representantes en las casillas habían sido comprados por sus adversarios para permitir el fraude. “Les llegaron al precio”, fueron sus palabras. AMLO ni a sus seguidores respeta con tal de lograr sus objetivos. Obviamente las críticas en su contra por desprestigiar a mil 800 consejeros distritales, casi un millón de ciudadanos insaculados como funcionarios de casilla, 970 mil representantes de todos los partidos, 24 mil 769 observadores nacionales y 639 internacionales que participaron y atestiguaron el proceso no se hizo esperar. Nuevamente AMLO “refinó” su dicho, y en los últimos días ha mezclado todas las versiones. Ahora esta diciendo que siempre si hubo un fraude cibernético, pero que también hubo uno a la “antigüita”, mezclado con inexperiencia y errores humanos de los funcionarios de casilla, y traición de algunos de sus observadores. Incluso dijeron en la última semana que no es creíble que Campa, el candidato de Nueva Alianza, haya obtenido tan pocos votos mientras que para el PANAL obtuvo muchos votos para diputados y senadores. Aseguraron que los votos para Campa habían sido sumados a los de Calderón mañosamente al momento de llenar las actas en cada casilla. Actas que fueron firmadas por representantes de AMLO y de otros partidos, como el PRI. Se les olvida que el PANAL hizo una campaña muy agresiva para dividir el voto, cuando en muchos spots antes de la elección pidieron que le dieran al PANAL uno de tres votos.

Todas y cada una de esas versiones de fraude no han sido respaldadas por prueba verificable alguna, y casi todas se contraponen entre si. Por ejemplo, si el fraude fue que los votos de Campa se le sumaron a Calderón, entonces en el PREP ni en el conteo distrital hubo manipulación alguna. ¿O por qué si hubo fraude en la elección presidencial no lo hubo en la elección para diputados y senadores, donde el PRD obtuvo los mejores resultados de su historia? El conteo de boletas y el llenado de las actas fue realizado por las mismas personas tanto para presidente como para diputados y senadores. Si el PAN, el gobierno federal y las “fuerzas oscuras” se tomaron la molestia de hacer un mega fraude que involucra a mas de dos millones de personas (entre funcionarios de casilla, consejeros distritales, representantes de partido y observadores) ¿por qué no lo hicieron también en la elección de diputados y senadores? ¿o por qué no hicieron la diferencia más amplia?

AMLO y sus seguidores no tienen la mínima intención de aceptar el resultado que dé el TRIFE. En campaña AMLO afirmó que respetaría el resultado que diera el IFE aunque perdiera por un voto. Mintió. Ahora dice que respetará lo que diga el TRIFE si y sólo si se cuenta voto x voto todas las casillas. Pero si esa es su intención, ¿por qué solo impugnó menos del 40% de las casillas? Debió haberlas impugnado todas, para que el TRIFE tuviera fundamento legal para abrir los paquetes. Por otro lado, la Alianza por el bien de todos sólo presentó escritos de protesta para el 19% de las casillas. Sin dicho escrito el TRIFE no procederá en el análisis de las impugnaciones. Además, en las impugnaciones usaron un machote donde alegan causas generales respecto a la elección en general, como inequidad e imparcialidad durante la campaña. En muy pocas argumentan causas específicas para la casilla en cuestión que de elementos a los magistrados para abrir los paquetes y contar voto x voto.

Definitivamente la verdadera intención de AMLO y sus seguidores es que el TRIFE anule la elección, se nombre un presidente interino (paradójicamente nombrado por el Congreso elegido en la misma elección para la cual se anularía la presidencial), y haya una nueva elección en un plazo máximo de 18 meses. AMLO ya amenazó al TRIFE, a Calderón y su familia, y todo México, si no se cuenta voto x voto habrá violencia. Incluso, si el TRIFE ordena el conteo voto x voto, y resulta perdedor, AMLO dijo que permitiría que Calderón tome posesión, pero que no lo reconocería como presidente legítimo, pues el proceso estuvo viciado de origen. En otras palabras: “o gano o arrebato”. Yo me pregunto, ¿qué clase de persona querría a un presidente como AMLO, que cada día cambia su versión, que no mantiene su palabra, que se erige como el único con la verdad absoluta de las cosas y que si no estas con él estas en su contra? Lo que estamos viendo es la comprobación de que quienes creímos y dijimos que AMLO era un peligro para México estábamos en lo cierto. Hace más de 2000 años Platón dijo "El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos", no dejemos que un personaje como AMLO nos tenga de rehenes, defendamos al IFE, al TRIFE y a nuestros votos.

Dany Osiel Portales Castro