Comentarios sobre México y sus políticos

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"La derecha cree en el libre mercado, la izquierda en la libertad social, y ambas no se dan cuenta que uniéndose se forma el liberalismo" (Sergio Sarmiento)

viernes, marzo 24, 2006

Agua, PEMEX y Juárez

En la última semana se festejaron 3 fechas que son ejemplos clásicos de cómo la sociedad mexicana está dividida, más o menos, en 2 grandes grupos que tienen dos visiones distintas sobre lo que se requiere en nuestro país. El 16 de marzo inició en el DF el IV Foro Mundial del Agua que culminó con el Día Mundial del Agua el día 22. El 18 se conmemoró un aniversario más de la expropiación petrolera. Y el pasado 21 de marzo se festejó el bicentenario del natalicio de Benito Juárez. Por un lado hay personas, asociaciones, y partidos políticos, que buscan mantener un status quo de las cosas, y si hablan de cambios es para anular lo que se ha hecho en los últimos años para regresar a “soluciones” o criterios de hace 30, 50 o 100 años. Del otro lado están personas, asociaciones, y partidos políticos, que intentan realizar los cambios que hacen falta para adecuar a México, para prepararlo, para competir de manera ágil y eficiente en el mundo globalizado del cual ya formamos parte y que si no hacemos algo ya, nos sumirá aún más en la pobreza.

Empecemos con el agua. Debido al incremento de la población, de los cambios climáticos, y de la contaminación, el agua se esta volviendo un recurso cada vez más escaso. El agua es imprescindible para la vida, para nuestro desarrollo, para la economía. Es un recurso estratégico. El Foro Mundial del Agua que se realiza cada 3 años es un intento de las naciones para buscar soluciones globales para asegurar ese recurso estratégico para toda la humanidad. Lamentablemente, al igual que en México, el asunto se ha politizado, polarizándose en dos grandes grupos: por un lado los que exigen que el agua sea considerada como un derecho para todas las personas y que, como tal, sea distribuida gratis a todos. Por el otro lado, están quienes piensan que aunque el agua sea considerada un derecho, todos tenemos la obligación de pagar por el servicio de tener agua potable en nuestras casas. Al final todo se reduce a los recursos para invertir en la infraestructura que garantice agua para todos de manera sustentable. El primer grupo acusa de que todo es un complot de las grandes trasnacionales y de los países del 1er mundo para privatizar el agua en todo el planeta, que la intención del foro es exagerar la gravedad del problema para tomar el “camino fácil” de la privatización, lo cual llevaría a un encarecimiento del servicio poniéndolo fuera del alcance de los más pobres.

Sin embargo los datos duros son muy distintos. Hoy en día quienes pagan más por el agua son precisamente los pobres, quienes viven en asentamientos nuevos y/o irregulares, sin infraestructura para el agua, y sólo reciben el agua en pipas, una vez por semana y a precios carísimos. Y en muchas colonias y ciudades, aunque existe infraestructura para llevar el agua a todos los hogares, el vital líquido viene contaminado, no es potable, o sólo hay suministro por unas pocas horas al día. Nuevamente los sectores pobres y de clase media baja son quienes sufren éstas condiciones. La gente que vive en colonias de mayor nivel económico no sufren esos problemas, pues cuentan con cisternas, tinacos y modernos sistemas hidroneumáticos y de filtrado para tener agua de excelente calidad durante todo el día. Es muy probable que un rico pague menos por el agua para llenar su piscina que lo que pagan muchas personas que sólo reciben el servicio en pipas una vez a la semana.

Los gobiernos, sobre todo en los países en desarrollo, no cuentan con los recursos para invertir en la infraestructura que hace falta. Por eso se habla de concesionar el servicio a empresas privadas, para que realicen la inversión. Obviamente las tarifas tienen que aumentarse. Yo en lo personal no estoy de acuerdo que se den concesiones a empresas privadas para el servicio de agua. Se estaría creando un monopolio, pues por cuestiones físicas, de la red de tuberías, no se puede crear un mercado abierto de agua en una población. Pero de lo que no hay duda es que las tarifas deben aumentar. Hoy se está subsidiando el agua, no se esta pagando lo que realmente cuesta llevarla a la casa de cada uno de nosotros, ni lo que cuesta tratarla para descontaminarla una vez que sale de nuestros hogares. Si, el agua es un derecho para todos los seres humanos, pero eso no significa que no debamos pagar por el servicio. Durante años, décadas, se ha invertido mucho dinero en campañas de concientización para que la gente cuide el agua. Seguimos desperdiciándola. Hoy es tan barata, tanto como 2 pesos el metro cúbico en el DF donde cuesta 10 veces más llevarla hasta esa altura desde otros estados, que la gente no la cuida, quien tiene acceso al servicio por tubería. Lo que es de todos es de nadie, mientras no nos cueste no la cuidaremos. El día que paguemos lo que cuesta entonces empezaremos a cuidarla. Sin embargo hay gente que todo lo quiere recibir gratis y que cree que todo lo debe dar el gobierno, como si éste estuviera generando dinero de la nada. El dinero del gobierno sale de los impuestos (de quienes si pagamos) y de los servicios que cobra.

Con PEMEX y el petróleo pasa algo semejante. Hay un grupo que se opone sistemáticamente a todo lo que huela a inversión privada en energía y petróleo. No les importa que estemos importando gasolina y gas a precios altísimos por no poder producirlos/extraerlos en nuestro territorio. ¿Y por qué no podemos producirlos en México? Porque falta mucho dinero para invertir. Y es que todos los ingresos que obtiene PEMEX por la venta de petróleo crudo al extranjero se los queda el Gobierno Federal. En el 2005 alrededor del 35% de los ingresos totales del gobierno salieron de PEMEX. La empresa se esta muriendo, pues en esa industria es mandatario reinvertir una proporción significativa de sus ganancias para mantener siempre un nivel de reservas. Hoy en día los pasivos (deuda) de PEMEX es igual que sus activos, es decir, contablemente la empresa no vale nada, o pertenece a sus acreedores, como lo quieran ver.

Hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) promete bajar el precio del gas y las gasolinas, pero no dice cómo le va a hacer. Por los altos precios internacionales del petróleo en estos momentos la gasolina nos esta siendo subsidiada. Si bajan aún más los precios, las pérdidas de PEMEX serán mayores. Eso significaría menos ingresos para el Gobierno Federal, los cuales tendrían que ser compensados con deuda o con más impuestos. AMLO habla de que reduciendo la corrupción y recortando gasto superfluo se tendría el dinero suficiente. No lo dudo que pueda ser posible. Lo que dudo es que AMLO lo lleve a cabo. La corrupción en el DF aumentó muchísimo en su administración (Bejarano, Ponce, Padierna, Ahumada, Imaz, etc.) y el gasto corriente también lo hizo. No se ve por donde. Y nuevamente tenemos dos visiones de país, por un lado quienes quieren que el gobierno resuelva todos los problemas, quienes creen que los ciudadanos son como niños chiquitos que siempre deben estar bajo la protección de “papá gobierno”, y quienes creen que el gobierno debe enfocarse a mantener el Estado de Derecho, controlar las reglas del juego, que éstas se cumplan, y que los ciudadanos, adultos que son, generen su propio destino.

Benito Juárez hace casi 150 años luchó por una república liberal, en la cual el individuo fuera respetado y protegido por el Estado. Juárez luchó contra los conservadores de su tiempo, aquellos que querían mantener el status quo de las cosas, una economía cerrada, donde al no haber competencia externa, sólo los ricos de siempre se ensañaban con los consumidores cautivos. Luchó con los cacicazgos, compadrazgos, nepotismos, de su época, quienes querían mantener los privilegios de su pequeño grupo en perjuicio de la mayoría de la población. Se opuso determinantemente a que existieran varios tipos, niveles o clases de mexicanos. Para él todos éramos iguales ante la ley y no debería haber tratamiento distinto. Hoy en día parece que no hemos avanzado. Todavía existe un grupo de neo-conservadores que quieren cerrar las fronteras, quieren castigar a la mayoría de los ciudadanos, los consumidores, en beneficio de ciertos grupos, pequeños, de productores. Intentan dividir a la población, en clases, e incluso algunos hasta en razas. Impulsan leyes que específicamente dividen a los mexicanos en dos, indígenas y no indígenas, creando para los primeros mas derechos y menos obligaciones dizque para compensar que los segundos tienen ventajas. Buscan un Estado sobre protector de la indefensa ciudadanía, un Estado que brinde la mayor cantidad de derechos posibles, sin costo alguno, con ninguna o pocas obligaciones.

Ésta es la encrucijada en la cual nos encontramos ahora rumbo a las elecciones presidenciales del 2 de julio próximo, ¿qué rumbo de país queremos? ¿En cuál grupo de personas queremos estar? En mi editorial de la semana pasada comentaba que una de las razones principales por las que AMLO va arriba en las encuestas era porque sus promesas van dirigidas al sector mayoritario de la población que no entiende mucho de finanzas públicas y que creen que el gobierno es todo poderoso y que puede proveer de servicios más baratos y hasta gratis sin que pase nada malo a toda la economía. Durante décadas así se nos ha educado en el sistema educativo público nacional. Al PRI le convenía mantener a una población dependiente lo más posible del gobierno para todas sus necesidades. El PRI durante décadas “administró” la pobreza del pueblo, su ignorancia, para perpetuarse en el poder. Claro que las cosas se le salieron de control por sus pésimas políticas públicas, por su populismo, que las recurrentes crisis crearon un hartazgo en la población que eventualmente lo quitó del poder.

Sin embargo todavía hay mucha gente que quiere vivir dependiendo del gobierno, que cree que eso es posible. Aunque las crisis ya no han aparecido en 10 años, todavía hay mucha pobreza y decepción entre la población. Esto es lo que ha servido de combustible a la exitosa y pragmática campaña populista, neo-conservadora, de AMLO. Aunque la mayoría de sus seguidores no entienden de finanzas y economía, y tienen amnesia histórica, sigue sorprendiendo que exista gente que supuestamente es más educada, que tiene mayor acceso a la información, que conoce de los temas, pero que aún así opinan que AMLO, si gana, no causará mayor daño a la economía del país y que no cumplirá sus promesas de campaña, o que para cumplirlas tendrá que aplicar las reformas estructurales que tanto sataniza en sus discursos de campaña, pero que son las únicas que le darán los recursos para cumplir sus promesas sin comprometer la estabilidad económica de México. Incluso hay quienes afirman que AMLO es quien cuenta con el mejor plan de gobierno, el mejor “proyecto” de nación. Lo que causa el romanticismo social en algunas personas.

El domingo 19 de marzo, Paco Calderón publicó un excelente cartón titulado “Sí, cómo no” en el periódico El Norte, que resume excelentemente las razones para desconfiar de AMLO. A continuación citaré lo escrito en el cartón:

“Mejor hagámonos a la idea –dicen- y confiemos que quien se mofa de la ley habrá de respetarla. Quien maldice la riqueza habrá de fomentarla. Quien detesta la transparencia nos rendirá cuentas. Quien vive del pleito traerá concordia. Quien desprecia las instituciones busque “restaurar” la república. Quien se escuda en el insulto para rehuir el debate, consolidará la democracia. Quien se rodea de corrupción habrá de combatirla. Y quien así obtenga el poder, habrá de moderarse luego.” Ajá. Phineas Barnum, el autor de “La cultura de masas”, lo explicó alguna vez: “Cada minuto nace un bobo”.

Sólo los bobos pueden creer que el árbol que ha crecido torcido enderezará sus ramas precisamente cuando más poder y menos razones para hacerlo tenga. Por mi parte, si gana AMLO prefiero decir y aceptar ante todo mundo que me equivoqué con él, a tener que decirle a todo el mundo: “se los dije”.

4 Comments:

At 9:05 p.m., Anonymous Anónimo said...

Oye Danny, ya actualiza este blog, ya nomas actualizas el otro.

 
At 9:24 p.m., Blogger Dany Gates said...

Lo que pasa es que ya no he escrito nada mio. Aqui solo pongo lo que yo escribo. En el otro son recopilaciones de otros editorialistas.

Como en las ultimas semanas he estado enviando muchos mensajes, para no saturar a mis lectores, deje de escribir. Espero retomarlo tan pronto pasen las campañas.

Una disculpa.

Saludos

 
At 11:42 a.m., Anonymous Anónimo said...

hola yo solo hago mi comentario en cuanto a pemex, estudiando la historia de mexico con gran trizteza y coraje se va viendo que cada presidente que ha pasado en la historia cada uno va vendiendo poco a poco el patrimonio de todos los mexicanos para convenecia si mismos asi que el tema de la reforma energetica no es muy saludable para el pueblo ya que es practicamente nuestro ultimo recurso para la continuidad y el sustento de nuestro pais.
si nosotros como pueblo no hablamos y no defendemos nuestros intereses los gobiernos van acabar con nosotros asi que NO A LA PRIVATIZACION DE PEMEX, PARA QUE DESPUES SE LO OTORGE AL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS, AL PASO EN EL QUE VAMOS YA EL PUEBLO ESTAMOS HARTOS DE TANTO ROBO, MENTIRAS Y COMO YA SE EMPEZADO LOS DIFERENTES TIPOS DE ACTIVISMOS ASI POCO A POCO SE INICIARA UNA GUERRA CON TAL META DE DEFENDER LO QUE ES DEL PUEBLO, SEGURI CON LOS IDEALES DE FRANCISCO I. MADERO, VENUSTIANO CARRANZA, EMILIANO ZAPATA, FRANCISCO VILLA Y LUIS DONALDO COLOSIO.

 
At 11:48 a.m., Blogger Dany Gates said...

Estimado anónimo, no te quedes nada mas con la historia "oficial", esa que viene en los libros de texto.
Sabías que Emiliano Zapata se levantó en armas en contra de Madero? Esa insurrección de Zapata fue el pretexto que usó Victoriano Huerta para derrocar y asesinar a Madero.

Sabías que Carranza ordenó asesinar a Zapata?

Te invito a investigar un poco más sobre el liberalismo que tenía en mente Juárez en el siglo XIX.

Saludos

 

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