No son aborígenes

Al igual que Eduardo Caccia, yo también soy hijo de una maestra normalista. Y ella al igual que su mamá y su abuela, también está orgullosa de ser egresada de la Norma Rural de Galeana, NL.

Sin embargo difiero con su escrito de hoy en El Norte. Comparar a los normalistas de Michoacán con aborígenes de una isla sin contacto alguno previo con otra civilización es muy simplista. Michoacán no está aislado de la civilización. Los normalistas saben (aunque lo nieguen) el beneficio que implica el inglés y la computación en la sociedad del siglo XXI. De hecho, no hay que entender a los normalistas, sino hay que preguntarle a los padres de familia de Michoacán si les gustaría que sus hijos tengan clases de inglés y computación. ¿Qué creen que diría la gran mayoría?

 

Si, los vecinos de Coyoacán tienen calles empedradas y en Puerto Vallarta no hay anuncios luminosos, pero ¿se han preguntado la penetración del internet en las casas de Coyoacán o en los negocios sin anuncios luminosos de Puerto Vallarta?

 

El problema de las normales públicas en México es ideológico. No intentan preservar su cultura o raíces. Rechazan el progreso porque lo ven extranjero y capitalista. La ideología marxista penetró a las normales desde los 60's, y en los 70's se afianzó para quedarse. Mi madre, que no tuvo computación pues no existían en los 60's pero si les dieron inglés muy básico, me contó como ocurrió la infiltración marxista en las normales. Ella incluso fue comunista en su etapa de estudiante carteándose con estudiantes cubanos y cantaban el himno de la  "Internacional socialista".

 

La pregunta no debe ser ¿Qué significa el inglés y computación para los normalistas? La pregunta debe ser ¿qué beneficio dará el inglés y la computación a los niños de Michoacán para su futuro? No es una conclusión superficial afirmar que los normalistas se oponen al progreso y son un lastre, porque eso es obvio. No es casualidad que los estados con más pobreza y menores índices educativos son Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde "curiosamente" están las normales y profesores más rijosos, radicales, y marxistas del país.