Comentarios sobre México y sus políticos

"Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

"La derecha cree en el libre mercado, la izquierda en la libertad social, y ambas no se dan cuenta que uniéndose se forma el liberalismo" (Sergio Sarmiento)

jueves, julio 09, 2009

Reflexiones electorales de NL y conclusiones finales

¿Por qué perdió el PAN en NL? ¿Será cierto que la juventud de Medina pesó entre el electorado? ¿Germán Martínez afectó a Elizondo? ¿La ciudadanía castigó al PAN porque Elizondo fue designado por dedazo desde el DF? ¿Será cierto el rumor de que el PAN y el PRI negociaron la gubernatura a cambio de quién sabe que intereses oscuros? ¿O tal vez el boquiflojo de Mauricio afectó al PAN con sus declaraciones? Estas y muchas otras conclusiones se han mencionado en los medios y en la comentocracia neoleonesa desde el domingo por la noche que ya se confirmaba el triunfo de Medina. Sin embargo yo tengo otra teoría.

 

El periódico El Norte publicó ayer 8 de julio que hubo voto diferenciado en varios municipios y puso en su portada el caso de Monterrey, donde ajustando las cantidades recibidas entre votos a alcalde y a gobernador, se suman 44,266 a Elizondo y se le restan 43,409 a Medina con lo cual habría ganado el PAN por 2 mil votos si la gente de Monterrey no hubiese diferenciado su voto. Sin embargo el mismo periódico en su sección local, pone la misma tabla pero ya incluye a todos los municipios del área metropolitana, quienes tienen la mayoría de la población del estado. Con esa información más completa, repitiendo el ejercicio, sólo se le sumarían 9,764 votos a Elizondo y se le restarían 42,322 a Medina, lo cual no es suficiente para revertir el resultado.

 

Sin embargo hay otro dato adicional. El PT obtuvo 41,091 votos para sus candidatos a legisladores locales. Sin embargo el PT no postuló a nadie para gobernador. ¿Por quién creen que hayan votado los petistas que son fans de López Obrador? ¿Por el PAN que son los del gobierno “espurio”? ¿Por sus archienemigos de la “derecha”? Claro que no, quizá hayan votado por el PRD, pero el voto diferenciado del PRD entre su candidata a la gubernatura y sus candidatos al Congreso local sólo explican 19,213 votos del PT. Hubo otro partido que también tuvo voto diferenciado y mucho mayor: el PANAL. Su candidato a gobernador sólo obtuvo 24,884 votos mientras que los candidatos al Congreso 84,411. Eso nos da un voto diferenciado de 60,527 electores.

 

¿Por quién creen que hayan votado los maestros, que son los que en su mayoría militan o simpatizan (¿o son forzados por sus dirigentes?) en el PANAL, para gobernador? ¿Recuerdan las reuniones secretas de las subsecretarias de educación de Natividad con los maestros? ¿Las redes de apoyo que crearon? Lo más probable es que ese voto diferenciado del PANAL haya ido en su gran mayoría al PRI, ya estaba negociado. Entre el voto diferenciado del PT y del PANAL se explica casi en su totalidad la diferencia de 85 mil votos entre Medina y Elizondo. Claro que sin duda alguna muchos neoleoneses votaron de manera diferenciada sin tener ligas con esos partidos, lo hicieron de manera libre y razonada. Pero de que buena parte, me atrevo a decir que la mayoría, del voto diferenciado que le dio la victoria a Medina vino de simpatizantes del PANAL, maestros específicamente, y de los petistas.

 

Otro dato interesante es que el PRI no creció en votos del 2003 al 2009. En el 2003 Natividad González obtuvo 824,632 votos contra 806,021 de Medina. Un 2% menos cuando el padrón electoral creció en un 20%. El PAN si creció en cantidad de votos un 46%, pero no fue suficiente. ¿Qué podemos concluir de estos datos? Pues si yo fuera el PRI no echaría las campanas al vuelo. Las razones de su triunfo fueron su alianza en lo oscurito con el PANAL y el PT, así como un abstencionismo de casi el 50%. Sin contar las despensas, el metro y el agua gratis, un 250% más de cobertura en televisión, el call center del hermano de Natividad, el acarreo y compra de votos que siempre realizan.

 

Definitivamente los neoleoneses están decepcionados de los políticos. En 1997, cuando se estrenaban nuevas leyes electorales, hubo un sentimiento en todo el país de que se podían cambiar las cosas y la prueba está en que a pesar de ser elecciones intermedias el abstencionismo fue del 42% a nivel nacional, muy bajo comparado con el 58 y 55% del 2003 y 2009 respectivamente. Por eso en 1997 el PAN y el PRD crecieron y el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. Nuevo León no fue la excepción y la gente salió a votar y a botar al PRI. En esa elección, en la que ganó Fernando Canales, la abstención fue del 36%. Ese espíritu todavía estaba en el 2000, sobre todo porque Fox logró consolidar una campaña con un solo objetivo: sacar al PRI de Los Pinos. Ideas como el voto útil permearon incluso entre gente de izquierda que decidió votar por el PAN con tal de que el PRI perdiera. El abstencionismo en el 2000 fue del 36%.

 

Analizando las elecciones de los últimos 12 años la correlación entre bajo abstencionismo y derrotas del PRI, o viceversa, es muy fuerte, incluso entre elecciones locales como las de Nuevo León. Si yo fuera el PRI debería preocuparme. O quizá esto que estoy describiendo no sea el hilo negro para ellos y ya se ocuparon, quizá ya han movido sus hilos en la política nacional para garantizar altos abstencionismos. Entrando al sospechosismo es curioso, por decir lo menos, que el PRI se haya aliado con el PRD para modificar las leyes electorales, decapitar al IFE, quitarle autonomía, restringir el acceso a los medios a la sociedad en campañas, eliminar la posibilidad de candidaturas ciudadanas, de tal forma que la sociedad apartidista quedó restringida de la política. Esas medidas sin duda inhiben el interés del ciudadano común en la política, lo restringen de información que podría ser importante para decidir su voto, para decidir ir a a votar. Todo es posible.

 

Esto también debe dejarle lecciones al PAN. Algo debió haber afectado que no hicieran elecciones internas para elegir a sus candidatos. Aunque sólo participaban militantes, la ciudadanía siempre ve con buenos ojos esos ejercicios democráticos internos de los partidos. El PAN logró en el 2006 el apoyo de los maestros, de la mano de Elba Esther Gordillo, ahora esos mercenarios se fueron con los de enfrente. ¿A cambio de qué? Pues quizá nunca lo sabremos, pero estoy seguro que no serán cosas que mejoren el nivel del sistema educativo, al contrario serán “conquistas sindicales” con las que ganen más trabajando menos. Es hora que el PAN a nivel federal termine de implementar la reforma educativa, con indicadores de desempeño, caiga quien caiga. Con la Gordillo no se puede negociar pues ella siempre buscará su interés particular, es una mercenaria y los maestros que la siguen son sus cómplices. El PAN también debe cambiar su manera de hacer campañas políticas. Su enfoque debe ser en incrementar la participación ciudadana, en reducir el abstencionismo. Si se logran participaciones del orden del 60% es poco probable que el PRI gane. Una manera de hacerlo es con educación continua.

 

La gran mayoría de los mexicanos sigue creyendo que el Poder Ejecutivo es omnipotente en México. Pocos entienden que todas las leyes tienen que pasar por el Congreso, que son los diputados los que deciden y aprueban el presupuesto de Egresos. Que son ellos los que aprueban gastos, apoyos, subsidios, y lo que se envía desde la federación a estados y municipios. El Presidente envía su propuesta, pero en los últimos 12 años hemos visto que los diputados, junto con los senadores, la modifican completamente. Y eso no está mal, al contrario, eso es bueno para la República. Pero la gente no lo sabe o entiende y por ello en las intermedias el abstencionismo sube demasiado, no ven la importancia que tienen los legisladores para la vida pública nacional. Todos los criticamos y están junto con los partidos políticos en el nivel más bajo de aceptación, pero la mayoría de la población no sale a votar dejando la decisión en manos del voto duro de los partidos y de los arreglos en lo oscurito.

 

Las leyes electorales actuales están diseñadas para que aunque todo mundo se abstenga o anule su voto, con una persona que vote habrá un ganador y esa persona decidirá cómo gastarse la parte del Erario, de nuestros impuestos, que le corresponde administrar, empezando por su jugoso salario. Mientras no exista una ley electoral que incentive o castigue el abstencionismo (votar no sólo es un derecho, es una obligación) el voto duro seguirá decidiendo. Se me ocurre que en lugar de gastar tanto dinero en los partidos políticos, en medios, el IFE y los consejos electorales estatales designaran una partida para realizar un sorteo con premios en dinero o en especie para los que vayan a votar. Estoy seguro que el abstencionismo sería mínimo. ¿Se imaginan si yendo a votar tuvieras oportunidad de ganarte dinero, un auto, una casa, o viajes? Ojalá algún partido político (PAN o PRD, el PRI no creo que le convenga) compre ésta idea y busque su implementación.

 

También es urgente que se implemente la 2ª vuelta, ya es muy raro que algún candidato gane por más de la mitad de los sufragios. Eso resta mucha legitimidad a sus gobiernos o puestos. Yo no soy de los que opinan que hay que reducir la cantidad de legisladores plurinominales. A mí me parece buena la idea darle representación a todos los grupos en un país tan heterogéneo como el nuestro. Lo incorrecto es el método de selección. Me parece absurdo que un partido que obtuvo el 36% de los votos vaya a tener el 46% de los diputados. Los 200 diputados plurinominales deberían ser repartidos para buscar lo más posible reflejar la votación nacional. Los 300 diputados de mayoría relativa deben ir directo porque ganaron sus distritos, de ahí se obtiene un porcentaje preliminar para cada partido, y los 200 restantes deben irse escogiendo entre los mejores segundos y terceros lugares en los 300 distritos del país de tal manera que la proporción de cada partido en la Cámara se asemeje lo más posible a la votación total nacional. De ese modo se eliminarían las listas que las cúpulas partidistas forman de manera antidemocrática y todos los legisladores tendrían que haber competido en la elección de manera directa. La famosa cláusula de gobernabilidad es una trampa que fijó el PRI desde la reforma de fines de los 70’s que permitió representación a la oposición. Dicha cláusula el PRI no ha permitido que se elimine precisamente para obtener “carro completo” como en ésta ocasión.

 

Finalmente otras propuestas que aumentarían la participación ciudadana es la reelección inmediata de los legisladores y alcaldes al menos. Premiar a quien hizo bien su trabajo. Y definitivamente que permitan las candidaturas ciudadanas, que las leyes permitan y faciliten el nacimiento y crecimiento de partidos de manera controlada. La forma natural es permitir partidos a nivel distrital o municipal primero. Un grupo de ciudadanos no necesariamente le interesa, o puede, en un principio llegar a todo el país, incluso un estado es mucho. Pero si hay interés de grupos ciudadanos por cambiar primero su distrito o su municipio y las ofertas partidistas nacionales no les satisfacen. El crecimiento natural de ese partido si hace bien las cosas sería a más municipios, luego a todo el estado, para finalmente ser nacional. Pero forzar a un partido a obtener un porcentaje a nivel nacional o estatal desde un principio es un filtro que restringe la participación ciudadana. Obviamente en beneficio de los partidos grandes que quieren seguir con la mayor parte del pastel.

 

¿Qué partido político de los grandes integrará este tipo de propuestas en sus prioridades legislativas del 2009 al 2012? ¿Cree alguien que el PRI, con la mayoría en la Cámara de Diputados, propondrá este tipo de ideas? ¿Le interesa al PRI una reforma electoral que disminuya el poder de su cúpula partidista? ¿Le interesa al PRI una reforma que aumente la participación ciudadana disminuyendo el abstencionismo? Son preguntas. Piénsenlo y mediten mejor su voto la próxima vez, o acudan a votar si no lo hicieron.

 

Dany Portales

http://editorial-danyportales.blogspot.com/

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)