Comentarios sobre México y sus políticos

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viernes, octubre 29, 2010

No nos hagan perder la esperanza

Con profunda tristeza lamento los hechos de ayer en García, NL., en los que falleció Fernando Osorio Álvarez a manos de elementos del Ejército Mexicano. No voy a caer en el extremo de algunos que por hechos de éste tipo llaman al Ejército "asesino". Me queda claro que los verdaderos culpables de lo que estamos viviendo en México son los criminales, además de la corrupción e incapacidad de las autoridades civiles que están infiltradas hasta el tuétano por el crimen organizado.

 

Me parece un absurdo que en casi 3 años el Gobierno Estatal de NL sólo lleve un 43% de avance en las pruebas de control a sus elementos, cuando dichas pruebas de control deberían hacerse al 100% al menos cada 2 años. Ahí tenemos el caso de los policías ministeriales que detuvieron a 24 empleados de un car wash por un supuesto robo de un celular, y trataron de extorsionar al dueño del negocio. Y ese tipo de historias las escuchamos todos los días, la mayoría de las cuales no alcanzan cobertura mediática. ¿Cuándo podremos confiar en la policía?

 

Y Rodrigo Medina dice que no hay recursos para depurar y profesionalizar a los cuerpos policiacos, pero si los hay para gastar casi 400 millones de pesos en su imagen en lo que va del año. Con ese dinero se podría pagar un sueldo de 20 mil pesos mensuales, por un año, a 1500 policías. También con ese dinero se podrían blindar aproximadamente 1000 patrullas para que los policías pudieran hacer frente de mejor manera al crimen organizado. ¿Cuántos policías no han sido asesinados en sus patrullas en lo que va del año? Si éstas estuvieran blindadas estarían vivos y habrían podido repeler el ataque. También con ese dinero se podrían haber comprado al menos 1000 casas para darles a los policías, una colonia privada para ellos de tal manera que se sintieran más seguros y no fueran tan sensibles al crimen organizado con la frase "plata o plomo".

 

Es evidente que los recursos ahí están, simplemente "nuestro" gobernador no quiere hacer las cosas. Prefiere pagarle millones de pesos a las televisoras para promover al estado, pero ese dinero se va al caño pues mientras siga Nuevo León en los titulares por muertos, balaceras, robo de autos, extorsiones, no habrá publicidad que levante el nombre del Estado. Cancelar al 100% el gasto en publicidad para dirigirlo a la seguridad le generaría mucho más publicidad en los medios y lo encumbrarían como estadista, de manera gratuita. ¿Tendrá el valor de hacerlo o le vale? Mientras las policías no sean depuradas, estatales y municipales, no hay más remedio, en el corto plazo, que las fuerzas armadas sigan en las calles para ponerles un freno a los criminales.

 

Pero volviendo al hecho de ayer en García, como decía, no llamaré al Ejército "asesino", pues entiendo que todo mundo cometemos errores y que en una guerra los errores cuestan vidas. Sin embargo si me parece poco profesional, ético, y humano que el Ejército continúe con su política de esconder los hechos. Son la última defensa que tenemos ante el crimen organizado que nos secuestra, extorsiona, roba, mata y envenena todos los días. No se vale que ellos mismos dañen su imagen ante la ciudadanía no haciéndose responsables de manera inmediata de sus errores. Además, no es lo mismo que haya bajas civiles inocentes en medio de una batalla, en el fuego cruzado combatiendo criminales como sucedió con los estudiantes del ITESM, a que los soldados disparen contra vehículos o personas que no traen armas y no representan una amenaza directa contra su vida, como fue el caso de Fernando Osorio ayer en García y el de la familia de León Castellanos en septiembre pasado.

 

Ambos casos muestran que le falta mucha capacitación a los soldados, tienen que ser entrenados para distinguir entre las personas que representen una amenaza de los civiles inocentes. Hasta con juegos de video podrían ser capacitados para controlar sus reacciones en situaciones de estrés extremo. Pero sobre todo deben ser entrenados a no disparar primero. Entiendo que ellos están arriesgando su vida por nosotros todos los días, y que el estrés que sufren debe ser terrible, pero por eso deben ser bien entrenados para ello. Si un vehículo no detiene su marcha no deben disparar a los ocupantes. ¿Qué tan difícil puede ser disparar sólo a las llantas? Pero los que más entrenamiento deben recibir son los comandantes que no tienen el profesionalismo, la honorabilidad, de asumir su responsabilidad y aceptar que cometieron un error. Les falta mucha humildad. Ojalá recapaciten y que Fernando Osorio sea el último civil inocente que muere a manos de las fuerzas armadas en un hecho de este tipo. No nos hagan perder la última esperanza que tenemos de que este problema tendrá solución.

 

Dany Portales