Comentarios sobre México y sus políticos

"Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

"La derecha cree en el libre mercado, la izquierda en la libertad social, y ambas no se dan cuenta que uniéndose se forma el liberalismo" (Sergio Sarmiento)

miércoles, mayo 30, 2012

Mentiras de AMLO

Dice el peje que reduciendo a la mitad el sueldo de los altos funcionarios federales se ahorrarán 200 mil millones de pesos ($200,000,000,000) pero nunca dice a qué cantidad de burócratas se refiere. Entre secretarios, subsecretarios y directores, apenas pasan de 1000 personas. Súmenle subdirectores (que ya no ganan más de 100 mil pesos mensuales), gerentes y subgerentes de áreas.... ¿Cuántos burócratas calculan? ¿10 mil personas? Hagan el calculo con 100 mil burócratas que supongamos ganan en promedio 100 mil pesos mensuales. Saquen su calculadora, AMLOvers, son $10,000,000,000 de pesos (10 mil millones). Por 12 meses. Estamos hablando de 120 mil millones de pesos. Que les bajen la mitad el sueldo, el ahorro es de 60 mil millones de pesos.

Muy lejos de los 200 mil millones que AMLO inventa. Pero ahí no esta lo peor de la mentira. ¿Alguien cree que todos esos burócratas que hoy ganan eso seguirán trabajando en el gobierno por la mitad del sueldo? La mayoría renunciará y los que no buscarán otra fuente de ingreso adicional. Si ya hay corrupción habrá más por la necesidad de completar sus ingresos.
Pero suponiendo que se vayan todos, y que entren nuevos, ¿habrá gente con capacidad y experiencia que quiera trabajar con sueldos de 50 mil o 60 mil pesos mensuales? Eso es lo que ganan gerentes en empresas medianas.

Si de por si el gobierno federal está lleno de personas ineficientes e incompetentes, ahora bajándoles aún más el perfil. Pero así es el populismo. Y muchos ciegos no lo quieren ver.

domingo, mayo 13, 2012

¿ISR sobre ingresos o utilidades?

En múltiples ocasiones, desde la campaña del 2006 hasta la actual, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha acusado a muchas empresas, principalmente las más grandes del país, de que pagan pocos impuestos. Entre sus "pruebas" saca datos de los ingresos (ventas) de las empresas así como el monto del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que dichas empresas reportan a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pues todas ellas son públicas (cotizan en bolsa). Acto seguido divide el ISR pagado entre las ventas y obtiene valores menores al 10%, 5% o incluso 2%. Como muchos sabemos, el ISR vigente para empresas en México es del 30% así que comparado ese 30% contra el 10, 5 o 2% que obtiene AMLO en sus cálculos aparentemente las grandes empresas están evadiendo impuestos, pagan muy poco. ¿Es eso cierto?

Para la mayoría de la gente el concepto de "ingresos" se confunde con el de "utilidades" pues la gran mayoría de los mexicanos somos empleados asalariados y nuestro sueldo son todos nuestros ingresos, lo que tenemos para gastar. Sin embargo cualquier contador, empresario, fiscalista, o gente que tenga un poco de conocimientos sobre contabilidad básica e impuestos, sabe que para una empresa ingresos no es lo mismo que utilidades. Los ingresos, como la misma palabra indica, es todo lo que entra a la empresa en forma de dinero y básicamente son todas las ventas de la empresa. Las leyes fiscales consideran como ingresas, en determinadas situaciones, otras fuentes de dinero que no son por ventas, pero para nuestra explicación consideremos que son todas las ventas de la empresa.

Para las empresas sus ventas, sus ingresos, no son su utilidad, no son sus ganancias libres para gastar. Las empresas tienen que pagar por los insumos que utilizaron para fabricar lo que venden, o para pagar los servicios, la nómina de la gente con la cual cobran el servicio que proporcionan. Tienen gastos, costos de ventas. La utilidad de una empresa, y específicamente la utilidad gravable, es el resultado de restarle a todos sus ingresos (ventas) todos sus gastos y costos: materias primas, sueldos y prestaciones de los trabajadores, cuotas del IMSS e INFONAVIT, energía eléctrica, renta del edificio, depreciación de la maquinaría, intereses pagados por préstamos, telefonía, y en fin, todo lo que se haya requerido para poder fabricar el producto o dar el servicio que vendió y por el cual tuvo los ingresos.

Después de restar todos esos gastos y costos a los ingresos veremos que la utilidad es mucho menor que los ingresos. El porcentaje de utilidad respecto a los ingresos varía mucho de empresa a empresa y de sector a sector y depende de muchas cosas, desde la cantidad de competidores que tenga, hasta qué tan buenos sean los administradores, la productividad, etc. Pero en las grandes empresas, las que cotizan en bolsa y que normalmente están compitiendo con otras empresas nacionales o internacionales, las utilidades representan entre el 5% y el 15% de los ingresos. El ISR se calcula sobre las utilidades no sobre los ingresos. Así que el hecho de que las empresas paguen ISR del 5% o 2% sobre sus ingresos es perfectamente normal y legal pues el 30% de 15% es un más o menos un 5% y el 30% de un 6% (una utilidad gravable bastante buena y común para una empresa de gran tamaño) viene siendo un 2% de los ingresos.

¿Entonces por qué AMLO dice que las grandes empresas no pagan y calcula el ISR sobre los ingresos? Porque AMLO miente para engañar a la mayoría de la gente que no sabe cómo se calculan los impuestos en México. Miente para justificar su discurso clasista trasnochado de que hay pocos privilegiados muy ricos que no pagan lo que debieran y el "pueblo bueno" está oprimido. Durante décadas la educación pública manejada por el PRI gobierno inculcó a muchas generaciones el odio a los ricos, a los opresores. El PRI tenía que justificarse en el poder como los herederos de la Revolución, los que quitaron a Porfirio Díaz y a los ricos hacendados del poder, y se lo dieron al pueblo. No es gratuito que mucha gente vea signos de riqueza como algo malo y que seguramente es mal habida.

La ideología de AMLO y de sus más cercanos colaboradores y seguidores es de izquierda. Ellos consideran que el Gobierno, el Estado, debe ser lo más grande posible para darle a la gente todo lo que necesita. Es una concepción paternalista en la cuál "papá Gobierno" nos debe procurar con todo. Papá gobierno nos protege de los malos, de los opresores del pueblo, de los ricos, de la burguesía, de la oligarquía (gobierno de los ricos). Y para poder justificar todo esa ideología, ese discurso, es necesario presentarle pruebas al "pueblo bueno". Y qué mejor que mostrar lo poco que pagan calculando el ISR sobre ingresos y no sobre las utilidades, total, el pueblo en su ignorancia ni cuenta se dará del engaño, pero con ello se abona al discurso del líder, se fortalece su imagen de honestidad y de sólo él se atreve a confrontarse con "la mafia en el poder".

Como dije en un inicio, este discurso de AMLO no es nuevo. Por eso muchos lo acusamos de ser un "peligro para México" pues vimos que pretendía llegar al poder dividiendo a la sociedad en clases, entre ricos y pobres, entre la mafia y el pueblo bueno. Para estas elecciones parecía que había cambiado su discurso, ahora hablaba de amor, de paz, de unidad. Sin embargo su campaña no repuntaba, seguía en tercer lugar, tenía que cambiar de estrategia. Y es así como hemos visto que en las últimas semanas regresó el AMLO que conocimos en el 2006 y en los 5 años posteriores. Ya no es un peligro tan grave porque no va en primer lugar como hace 6 años, pero sigue siendo un peligro latente que causa odio y división entre la gente.

No podremos tener un México de primer mundo, con más crecimiento económico, con más empleos, con menos pobreza, atacando a las empresas que son los motores económicos de toda sociedad. Los gobiernos no generan empleos, como los 6 o 7 millones que promete AMLO creará sólo con ser presidente. Los gobiernos consumen recursos de la sociedad, le quitan riqueza a la sociedad en general, para mantener burócratas y políticos. El mayor beneficio que genera una empresa a una sociedad, a un país, no son los impuestos que paga (que sirven en su mayoría para mantener burócratas), son los empleos que genera. Entre más empleos genere una empresa, mayor contribuye al beneficio de la sociedad. Los impuestos no generan riqueza, la disminuyen, sino es que la destruyen.

Las empresas además del ISR contribuyen con otros impuestos de manera indirecta. Uno es el Impuesto Sobre el Producto del Trabajo (ISPT) que es lo que pagamos todos los asalariados, es el equivalente al ISR para las empresas. Todas las ventas, los ingresos, de una empresa deben cobrarse con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de ese modo se genera un gran ingreso para el Gobierno a través del consumo de toda (bueno, sólo de los que estamos en la legalidad, los informales no) la sociedad. Es por esto que querer sacar ventaja política atacando a las empresas, aprovechándose de la ignorancia de la gente, es una vil canallada.

Un seguidor de AMLO, bastante fanatizado, me debatía este argumento. Él aseguraba, simplemente repitiendo la misma perorata de su mesías, que estaba probado que las grandes empresas no pagaban impuestos y me envío un documento donde AMLO mostraba a varias grandes empresas y lo que habían pagado de impuestos en el 2004. Tomé una de esas empresas, CEMEX, y entré a la información pública (es empresa que cotiza en la BMV) sobre sus estados financieros del 2004. AMLO aseguró que CEMEX había tenido utilidad del 40% en ese año y que había pagado menos del 10% de ISR sobre sus ingresos. Pues resultó falsa toda la información. CEMEX tuvo utilidades gravables de poco menos del 20%, muy alejado del 40%. Los impuestos pagados sobre las utilidades fueron de casi el 20%. Lejos del 30% pero para evaluar los impuestos que paga una empresa hay que revisar varios años seguidos, pues las pérdidas acumuladas de años anteriores reducen las utilidades de años futuros, y/o la inversión en activos puede depreciarse de manera acelerada, una herramienta que se permite para incentivar la inversión en activos que generan empleos.

Fue tal la cerrazón de este seguidor de AMLO que se atrevió a decirme que no sabía como calcular un porcentaje, a pesar de que tiene estudios profesionales y de que lo conozco personalmente y sé que sabe calcular un porcentaje. Pero no quiso verificar y hacer público en el foro donde debatíamos que las utilidades de CEMEX en el 2004 no habían sido de 40% como AMLO mentirosamente afirmó durante años. La verdadera importancia del tema no era tanto qué utilidad y cuántos impuestos pagó CEMEX. El meollo del asunto es que AMLO miente reiteradamente para justificar su ideología, sus propuestas, su populismo, y entre sus fanatizados seguidores no hay nadie que se atreva a cuestionar las cifras o ponerse a analizar qué pasaría si sus propuestas se aplican, o cómo se financiarían.

Lo mismo sucede con su propuesta de bajar los precios a gasolinas y electricidad. Sigue insistiendo que eliminando la corrupción y construyendo 5 refinerías en México se podrá bajar el precio del combustible. Eso es una gran mentira. Simplemente el costo del petróleo dentro de un litro de gasolina es casi igual al precio de venta en México. El barril de petróleo está arriba de $100 dólares americanos. El dólar ya está arriba de $13 pesos. Un barril tiene 159 litros. Así que cada litro de petróleo cuesta $0.63 dólares. Multiplicado por $13 nos da $8.18 pesos por litro de petróleo. Aplíquenle el 16% de IVA y nos resulta que un litro de petróleo sin refinar cuesta $9.48 pesos ya al consumidor. Y eso no incluye el costo de refinar el petróleo, ni el margen de los gasolineros, ni el costo del transporte a la refinería y de las refinerías a todas las gasolinerías. Tampoco incluye la eficiencia de la refinación, pues los 159 litros de petróleo en un barril no producen 159 litros de gasolina, el rendimiento es mucho menor. ¿Cómo le va a hacer AMLO para bajar el precio de las gasolinas? Además la gasolina barata sólo beneficiaría a los que tienen auto, al 30% más rico de la población. En el 2012 se destinará casi 200 mil millones de pesos al subsidio a las gasolinas. Mucho más del doble de lo que se destina al programa de Progresa.

Pero a pesar de mostrarle a un seguidor de AMLO estas cifras no las entiende, no las quiere ver. Y eso preocupa. Siempre hay gente apasionada en épocas electorales, eso es normal. Pero el apasionamiento de los seguidores de AMLO es fanático. Lo ven como el salvador del país. Creen ciegamente sin chistar en todo lo que dice. Aseguran que es honesto, íntegro. Su comportamiento es similar al de una secta religiosa. Y eso es lo peligroso. Eso es lo grave cuando alguien que controla de esa forma fanatizada al 20 o 30% de la población puede radicalizar al país. Ha sucedido muchas veces, desde Hitler hasta Chávez en Venezuela, pasando por Castro en Cuba. Minorías fanatizadas con un tlatoani, con un caudillo, que arrastran a pueblos enteros a la debacle. No hay duda, AMLO sigue siendo un peligro para México, sobre todo por sus seguidores.

jueves, mayo 10, 2012

Voto a Quadri voto a Gordillo

Si bien es cierto que los votos para el candidato a presidente no son tomados en cuenta para mantener el registro de un partido sino los que van para legisladores, como bien señala Sergio Sarmiento hoy en su columna, no coincido con él cuando dice que un voto a Gabriel Quadri no ayudaría al PANAL a mantener su registro. La mayoría de los electores no hacen voto dividido, es decir para presidente por un partido y para legisladores por otro. Los que dividen su voto son minoría.
 
Eso lo sabe Elba Esther Gordillo y por eso contrató a Quadri para ayudar al PANAL a mantener su registro. La mayoría de los que voten por Quadri para presidente también lo harán por los candidatos a legisladores del PANAL. Por eso un voto a Quadri es como votar por Gordillo. Es una lástima, pues las ideas de Quadri son muy buenas, en la dirección correcta. Pero él no va a ganar, y la incipiente democracia mexicana no merece partidos particulares como el PANAL.