Comentarios sobre México y sus políticos

"Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" (Albert Einstein)

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

"La derecha cree en el libre mercado, la izquierda en la libertad social, y ambas no se dan cuenta que uniéndose se forma el liberalismo" (Sergio Sarmiento)

martes, julio 21, 2009

El mito de la autosuficiencia alimentaria

Yo no creo en la autosuficiencia alimentaria. Al menos no como un fin necesario. ¿Si es más barato importar alimentos que producirlos aquí, por qué tenemos que sembrarlos? ¿Por qué los consumidores tenemos que pagar precios caros sólo porque son productos locales? Porque ya sea a través de precios altos o con subsidios (que también pagamos los consumidores por medio de los impuestos) el que pierde siempre es el consumidor.

 

No es cuestión ideológica, es orográfica y climatológica. Por ejemplo el arroz, requiere mucha agua para su cultivo. Y en México sólo en pequeñas y pocas regiones se puede sembrar. Es como el cartón de Paco Calderón del domingo pasado, no debemos preguntarnos porque no somos autosuficientes en alimentos, sino preguntarnos en qué alimentos, en qué productos agropecuarios podemos ser competitivos, producirlos, exportarlos y generar riqueza. Y con ese dinero importar lo que nos haga falta al mejor precio. México nunca va a poder ser un gran productor de granos, de cereales, no tenemos ni las grandes planicies ni el clima para serlo. Pero si podemos ser los líderes en frutas, legumbres, hortalizas, aguacate, etc.

 

Por eso el campo sigue pobre, por la pobre mentalidad de aferrarse a lo mismo de siempre. Ese tipo de políticas, como el procampo, sólo generan dependencia, no generan desarrollo. Pero esa dependencia es lo que les conviene a los políticos, pues con eso aseguran votos y su permanencia junto a la ubre del Estado.

 

Dany Portales

 

 

jueves, julio 09, 2009

Reflexiones electorales de NL y conclusiones finales

¿Por qué perdió el PAN en NL? ¿Será cierto que la juventud de Medina pesó entre el electorado? ¿Germán Martínez afectó a Elizondo? ¿La ciudadanía castigó al PAN porque Elizondo fue designado por dedazo desde el DF? ¿Será cierto el rumor de que el PAN y el PRI negociaron la gubernatura a cambio de quién sabe que intereses oscuros? ¿O tal vez el boquiflojo de Mauricio afectó al PAN con sus declaraciones? Estas y muchas otras conclusiones se han mencionado en los medios y en la comentocracia neoleonesa desde el domingo por la noche que ya se confirmaba el triunfo de Medina. Sin embargo yo tengo otra teoría.

 

El periódico El Norte publicó ayer 8 de julio que hubo voto diferenciado en varios municipios y puso en su portada el caso de Monterrey, donde ajustando las cantidades recibidas entre votos a alcalde y a gobernador, se suman 44,266 a Elizondo y se le restan 43,409 a Medina con lo cual habría ganado el PAN por 2 mil votos si la gente de Monterrey no hubiese diferenciado su voto. Sin embargo el mismo periódico en su sección local, pone la misma tabla pero ya incluye a todos los municipios del área metropolitana, quienes tienen la mayoría de la población del estado. Con esa información más completa, repitiendo el ejercicio, sólo se le sumarían 9,764 votos a Elizondo y se le restarían 42,322 a Medina, lo cual no es suficiente para revertir el resultado.

 

Sin embargo hay otro dato adicional. El PT obtuvo 41,091 votos para sus candidatos a legisladores locales. Sin embargo el PT no postuló a nadie para gobernador. ¿Por quién creen que hayan votado los petistas que son fans de López Obrador? ¿Por el PAN que son los del gobierno “espurio”? ¿Por sus archienemigos de la “derecha”? Claro que no, quizá hayan votado por el PRD, pero el voto diferenciado del PRD entre su candidata a la gubernatura y sus candidatos al Congreso local sólo explican 19,213 votos del PT. Hubo otro partido que también tuvo voto diferenciado y mucho mayor: el PANAL. Su candidato a gobernador sólo obtuvo 24,884 votos mientras que los candidatos al Congreso 84,411. Eso nos da un voto diferenciado de 60,527 electores.

 

¿Por quién creen que hayan votado los maestros, que son los que en su mayoría militan o simpatizan (¿o son forzados por sus dirigentes?) en el PANAL, para gobernador? ¿Recuerdan las reuniones secretas de las subsecretarias de educación de Natividad con los maestros? ¿Las redes de apoyo que crearon? Lo más probable es que ese voto diferenciado del PANAL haya ido en su gran mayoría al PRI, ya estaba negociado. Entre el voto diferenciado del PT y del PANAL se explica casi en su totalidad la diferencia de 85 mil votos entre Medina y Elizondo. Claro que sin duda alguna muchos neoleoneses votaron de manera diferenciada sin tener ligas con esos partidos, lo hicieron de manera libre y razonada. Pero de que buena parte, me atrevo a decir que la mayoría, del voto diferenciado que le dio la victoria a Medina vino de simpatizantes del PANAL, maestros específicamente, y de los petistas.

 

Otro dato interesante es que el PRI no creció en votos del 2003 al 2009. En el 2003 Natividad González obtuvo 824,632 votos contra 806,021 de Medina. Un 2% menos cuando el padrón electoral creció en un 20%. El PAN si creció en cantidad de votos un 46%, pero no fue suficiente. ¿Qué podemos concluir de estos datos? Pues si yo fuera el PRI no echaría las campanas al vuelo. Las razones de su triunfo fueron su alianza en lo oscurito con el PANAL y el PT, así como un abstencionismo de casi el 50%. Sin contar las despensas, el metro y el agua gratis, un 250% más de cobertura en televisión, el call center del hermano de Natividad, el acarreo y compra de votos que siempre realizan.

 

Definitivamente los neoleoneses están decepcionados de los políticos. En 1997, cuando se estrenaban nuevas leyes electorales, hubo un sentimiento en todo el país de que se podían cambiar las cosas y la prueba está en que a pesar de ser elecciones intermedias el abstencionismo fue del 42% a nivel nacional, muy bajo comparado con el 58 y 55% del 2003 y 2009 respectivamente. Por eso en 1997 el PAN y el PRD crecieron y el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. Nuevo León no fue la excepción y la gente salió a votar y a botar al PRI. En esa elección, en la que ganó Fernando Canales, la abstención fue del 36%. Ese espíritu todavía estaba en el 2000, sobre todo porque Fox logró consolidar una campaña con un solo objetivo: sacar al PRI de Los Pinos. Ideas como el voto útil permearon incluso entre gente de izquierda que decidió votar por el PAN con tal de que el PRI perdiera. El abstencionismo en el 2000 fue del 36%.

 

Analizando las elecciones de los últimos 12 años la correlación entre bajo abstencionismo y derrotas del PRI, o viceversa, es muy fuerte, incluso entre elecciones locales como las de Nuevo León. Si yo fuera el PRI debería preocuparme. O quizá esto que estoy describiendo no sea el hilo negro para ellos y ya se ocuparon, quizá ya han movido sus hilos en la política nacional para garantizar altos abstencionismos. Entrando al sospechosismo es curioso, por decir lo menos, que el PRI se haya aliado con el PRD para modificar las leyes electorales, decapitar al IFE, quitarle autonomía, restringir el acceso a los medios a la sociedad en campañas, eliminar la posibilidad de candidaturas ciudadanas, de tal forma que la sociedad apartidista quedó restringida de la política. Esas medidas sin duda inhiben el interés del ciudadano común en la política, lo restringen de información que podría ser importante para decidir su voto, para decidir ir a a votar. Todo es posible.

 

Esto también debe dejarle lecciones al PAN. Algo debió haber afectado que no hicieran elecciones internas para elegir a sus candidatos. Aunque sólo participaban militantes, la ciudadanía siempre ve con buenos ojos esos ejercicios democráticos internos de los partidos. El PAN logró en el 2006 el apoyo de los maestros, de la mano de Elba Esther Gordillo, ahora esos mercenarios se fueron con los de enfrente. ¿A cambio de qué? Pues quizá nunca lo sabremos, pero estoy seguro que no serán cosas que mejoren el nivel del sistema educativo, al contrario serán “conquistas sindicales” con las que ganen más trabajando menos. Es hora que el PAN a nivel federal termine de implementar la reforma educativa, con indicadores de desempeño, caiga quien caiga. Con la Gordillo no se puede negociar pues ella siempre buscará su interés particular, es una mercenaria y los maestros que la siguen son sus cómplices. El PAN también debe cambiar su manera de hacer campañas políticas. Su enfoque debe ser en incrementar la participación ciudadana, en reducir el abstencionismo. Si se logran participaciones del orden del 60% es poco probable que el PRI gane. Una manera de hacerlo es con educación continua.

 

La gran mayoría de los mexicanos sigue creyendo que el Poder Ejecutivo es omnipotente en México. Pocos entienden que todas las leyes tienen que pasar por el Congreso, que son los diputados los que deciden y aprueban el presupuesto de Egresos. Que son ellos los que aprueban gastos, apoyos, subsidios, y lo que se envía desde la federación a estados y municipios. El Presidente envía su propuesta, pero en los últimos 12 años hemos visto que los diputados, junto con los senadores, la modifican completamente. Y eso no está mal, al contrario, eso es bueno para la República. Pero la gente no lo sabe o entiende y por ello en las intermedias el abstencionismo sube demasiado, no ven la importancia que tienen los legisladores para la vida pública nacional. Todos los criticamos y están junto con los partidos políticos en el nivel más bajo de aceptación, pero la mayoría de la población no sale a votar dejando la decisión en manos del voto duro de los partidos y de los arreglos en lo oscurito.

 

Las leyes electorales actuales están diseñadas para que aunque todo mundo se abstenga o anule su voto, con una persona que vote habrá un ganador y esa persona decidirá cómo gastarse la parte del Erario, de nuestros impuestos, que le corresponde administrar, empezando por su jugoso salario. Mientras no exista una ley electoral que incentive o castigue el abstencionismo (votar no sólo es un derecho, es una obligación) el voto duro seguirá decidiendo. Se me ocurre que en lugar de gastar tanto dinero en los partidos políticos, en medios, el IFE y los consejos electorales estatales designaran una partida para realizar un sorteo con premios en dinero o en especie para los que vayan a votar. Estoy seguro que el abstencionismo sería mínimo. ¿Se imaginan si yendo a votar tuvieras oportunidad de ganarte dinero, un auto, una casa, o viajes? Ojalá algún partido político (PAN o PRD, el PRI no creo que le convenga) compre ésta idea y busque su implementación.

 

También es urgente que se implemente la 2ª vuelta, ya es muy raro que algún candidato gane por más de la mitad de los sufragios. Eso resta mucha legitimidad a sus gobiernos o puestos. Yo no soy de los que opinan que hay que reducir la cantidad de legisladores plurinominales. A mí me parece buena la idea darle representación a todos los grupos en un país tan heterogéneo como el nuestro. Lo incorrecto es el método de selección. Me parece absurdo que un partido que obtuvo el 36% de los votos vaya a tener el 46% de los diputados. Los 200 diputados plurinominales deberían ser repartidos para buscar lo más posible reflejar la votación nacional. Los 300 diputados de mayoría relativa deben ir directo porque ganaron sus distritos, de ahí se obtiene un porcentaje preliminar para cada partido, y los 200 restantes deben irse escogiendo entre los mejores segundos y terceros lugares en los 300 distritos del país de tal manera que la proporción de cada partido en la Cámara se asemeje lo más posible a la votación total nacional. De ese modo se eliminarían las listas que las cúpulas partidistas forman de manera antidemocrática y todos los legisladores tendrían que haber competido en la elección de manera directa. La famosa cláusula de gobernabilidad es una trampa que fijó el PRI desde la reforma de fines de los 70’s que permitió representación a la oposición. Dicha cláusula el PRI no ha permitido que se elimine precisamente para obtener “carro completo” como en ésta ocasión.

 

Finalmente otras propuestas que aumentarían la participación ciudadana es la reelección inmediata de los legisladores y alcaldes al menos. Premiar a quien hizo bien su trabajo. Y definitivamente que permitan las candidaturas ciudadanas, que las leyes permitan y faciliten el nacimiento y crecimiento de partidos de manera controlada. La forma natural es permitir partidos a nivel distrital o municipal primero. Un grupo de ciudadanos no necesariamente le interesa, o puede, en un principio llegar a todo el país, incluso un estado es mucho. Pero si hay interés de grupos ciudadanos por cambiar primero su distrito o su municipio y las ofertas partidistas nacionales no les satisfacen. El crecimiento natural de ese partido si hace bien las cosas sería a más municipios, luego a todo el estado, para finalmente ser nacional. Pero forzar a un partido a obtener un porcentaje a nivel nacional o estatal desde un principio es un filtro que restringe la participación ciudadana. Obviamente en beneficio de los partidos grandes que quieren seguir con la mayor parte del pastel.

 

¿Qué partido político de los grandes integrará este tipo de propuestas en sus prioridades legislativas del 2009 al 2012? ¿Cree alguien que el PRI, con la mayoría en la Cámara de Diputados, propondrá este tipo de ideas? ¿Le interesa al PRI una reforma electoral que disminuya el poder de su cúpula partidista? ¿Le interesa al PRI una reforma que aumente la participación ciudadana disminuyendo el abstencionismo? Son preguntas. Piénsenlo y mediten mejor su voto la próxima vez, o acudan a votar si no lo hicieron.

 

Dany Portales

http://editorial-danyportales.blogspot.com/

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)

 

martes, julio 07, 2009

Reflexiones postelectorales

Después de haber analizado los resultados de éstas elecciones intermedias a nivel federal y de gobernador para NL me gustaría hacer varios comentarios. La mayoría de los medios, la gente y los partidos dan por sentado que fue un castigo para el PAN, para las políticas de Felipe Calderón, y sobre todo de Germán Martínez que buscó la confrontación más que la propuesta. He leído y escuchado de todo, el que más me llamó la atención fue uno que repiten mucho los priístas: “el pueblo decidió”.

 

¿Realmente decidió el pueblo? ¿Quién es el pueblo? ¿El pueblos somos sólo el 45% que fuimos a votar? ¿El pueblo es menos del 20% del padrón que votó por el PRI? Se dice que el resultado de ésta elección es un castigo al PAN por 9 años de mal gobierno y promesas incumplidas. Yo sinceramente lo dudo. No juzgo a los gobiernos panistas ni sus promesas incumplidas, me refiero a que si esa sería la intención de los menos de 1 de cada 2 ciudadanos que fuimos a votar el domingo pasado. Los resultados que estamos viendo ya habían sucedido, y sorpresivamente muy similares. Así es, en las elecciones intermedias de hace 6 años, en el 2003, el PAN también había sufrido un “revés” y el PRI se había “fortalecido”. 

 

En el 2003 el PRI obtuvo el 36.8% de los votos para la cámara de diputados. En el 2009 obtuvo el 36.6%. El PAN obtuvo 30.7% hace 6 años y 28% ahora. El que aparentemente resultó castigado fue el PRD pues del 18% cayó al 12%. Sin embargo, si sumamos los votos del PT y Convergencia de ahora del 2009 que López Obrador le robó al PRD llega de nuevo al 18%. ¿Hubo voto de castigo por los 9 años? Yo no lo veo así. Lo que hubo en el 2003 y 2009 comparados contra el 2000 y el 2006 es un alto abstencionismo. En el 2003 fue del 58% y en el 2009 del 55%. Si sumamos los votos nulos a ambos resultados tenemos un 62% hace 6 años y un 61% ahora. Las cifras equivalentes para 2000 y 2006 son del 38 y 44% respectivamente. Es decir, en promedio hay una diferencia de 20% del padrón electoral que no vota en las intermedias donde se renueva a la cámara de diputados. ¿Quién dice ahora que la gente está más harta de los partidos o que se castigó al PAN? Yo no veo diferencias significativas que indiquen esas conclusiones.

 

Yo veo un patrón muy consistente que cuando se elige al Presidente de la República más gente se interesa y sale a votar. Después de tantas décadas de presidencialismo exacerbado la gente sigue dándole más importancia al poder ejecutivo. Ese 20% que sólo sale a votar cuando es la elección presidencial no son voto duro, han sido muy volubles, y en las dos últimas elecciones han preferido al PAN. En el 2000 lo hicieron para sacar al PRI de Los Pinos. En el 2006 para evitar que ganara AMLO. Incluso en el 2006 se nota que muchos priístas cuando vieron perdido a Madrazo votaron por el PAN o por el PRD, pues en ese año el PRI se cae a un 28% desde el nivel de 37-38% que ha mantenido de manera constante desde 1997 hasta el 2009. Unos lo hicieron para evitar que ganara AMLO, otros para evitar que “la derecha” volviera a ganar.

 

Los promotores del voto nulo tampoco deberían echar las campanas al vuelo. En el 2003 los votos nulos fueron el 3.4%, y en el 2009 llegaron al máximo histórico de 5.6%. Sin embargo analizando los datos 2003-2009, tal pareciera que una buena parte de ese incremento en 2 puntos porcentuales vino de abstencionistas que decidieron ir a las urnas a anular su voto. La protesta es válida, pero tampoco es muy significativa. Sumando ambas cifras, abstencionismo más votos nulos, vemos que son casi iguales en ambas elecciones, 62 y 61% respectivamente.

 

Todos los partidos tienen su voto duro, pero el PRI es quien más voto duro posee, llegando a un nivel de 36-38% en elecciones intermedias, cuando por el alto abstencionismo éste se hace más evidente. El PAN trae su nivel de voto duro del 26-28% y el PRD sigue con su 18% histórico, aunque ahora dividido por AMLO hacia el PT y Convergencia. Incluso el PVEM tiene un voto duro del orden del 4-5%, nada mal para que sus dueños sigan dándose la vida de magnates a costa del Erario, de nuestros impuestos. En las elecciones presidenciales un 20% adicional del padrón sale a votar y son quienes deciden la elección. Todos estos porcentajes son a nivel nacional, pues analizando por estados, hay cotos de poder muy particulares, como el PRD en el DF, el PRI en Coahuila y Tamaulipas o el PAN en Guanajuato, por mencionar los más evidentes.

 

Es de todos sabido que el PRI es el único partido político en México que tiene comités partidistas, representantes, en todos los municipios del país. Y desde hace décadas han acarreado a la gente el día de las elecciones para votar. Desde dar transporte, despensas y comida ese día, hasta la compra de votos. Hace unos años el carrusel era el modo más famoso para asegurar la compra del voto. Pero con las nuevas tecnologías ahora es con fotos de celular como el PRI se asegura que su compra de votos fructifique. Los otros partidos también tienen su corazoncito, y hacen su acarreo y sus mañas, pero el PRI es quien tiene mucha ventaja por su presencia principalmente en áreas rurales o urbanas de muy bajos ingresos. Zonas donde está la mayoría de la población, y donde hay mucha necesidad. A esa gente no le importa quién gobierne ni que leyes se aprueben si su preocupación es qué van a comer ese día o cómo harán el mandado de la semana. Para gente que gana 700 o 1000 pesos por semana, que le ofrezcan 500 por su voto, es muy atractivo. Y mucha gente que sin que la compren votan por el PRI porque “aunque roben mucho siempre dan despensas y apoyos a los pobres”.

 

El PRI nunca dejó el poder en México. Lo sacamos de Los Pinos pero mantuvo mayoría en el Congreso federal y el control de la gran mayoría de los estados. Salvo en ésta legislatura que está por terminar 2006-2009, donde cayó al 3er lugar, siempre fue la primera fuerza. No ha tenido mayoría absoluta en la cámara de diputados desde que la perdió en el 1997, pero es el partido que ha marcado la agenda, pues sin su apoyo no se le puede modificar ni una coma a la Constitución. Ahora en el periodo 2009-2012 con su alianza con el PVEM, y quizá con el Panal, tendrá mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. ¿Y eso qué significa? Pues nada más y nada menos que será el PRI, sin la necesidad de alianza con el PAN o el PRD (si acaso sólo con el PVEM, quien ya sabemos tiene un precio bajo), quien decida unilateralmente el presupuesto de egresos de la federación, qué y cómo se gastará el dinero de nuestros impuestos. La Ley de Ingresos tiene que ser aprobada en el Senado y con los diputados, pero los egresos sólo se deciden y se aprueban entre los diputados. ¿El PAN gobierna? Nunca lo ha hecho, nunca ha decidido el PAN por sí sólo ni los ingresos ni los egresos de la Federación. Y quien controla el dinero controla el país.

 

Los anulistas y  abstencionistas dicen que todos son iguales. Se parecerán mucho, pero al menos en la ideología económica no son iguales. Y ya lo empezaremos a comprobar. Ayer dijo Beatriz Paredes que no habrá más impuestos y que se ampliará el gasto para impulsar la economía en tiempo de crisis. Para la gran mayoría esto les parecerá lo correcto, pero no es así. Lo que realmente está proponiendo es más gasto pero con menos ingresos, eso significa déficit presupuestal  (que ya este año es altísimo, de más de 3% del PIB por las acciones contra cíclicas), que deberá ser cubierto con deuda pública. Si es deuda en pesos, elevará las tasas de interés y hará más escaso el crédito para las empresas, pues los bancos y los inversionistas preferirán financiar al gobierno por el menor riesgo. O sería con deuda externa, la cual si es muy elevada genera inflación, altas tasas de interés y sobre todo la pérdida del poder adquisitivo. La inflación es el impuesto más regresivo de todos, pero nadie parece recordar nuestras épocas de alta inflación. Pareciera que todos los ciudadanos mexicanos sólo recuerdan del 2000 a la fecha.

 

Espero equivocarme, pero estoy casi seguro que el PRI continuará con esa política expansionista del gasto por los siguientes 3 años para mantener su posicionamiento ante el electorado. Obviamente los estados y municipios priístas serán los más beneficiados con el presupuesto de egresos. Peña Nieto tendrá mucho más dinero para mantener su campaña mediática rumbo al 2012. Los efectos de un déficit muy alto no son inmediatos. No los veremos en el 2010, 2011 o 2012, pero cada vez la calificación de riesgo país para México se irá deteriorando. La inflación irá subiendo poco a poco, y los ingresos petroleros menguarán aún más (con la reforma energética fallida que nos recetó el PRI junto con el PRD y AMLO). Sin una reforma fiscal integral, sin la reforma laboral, seguiremos nadando de muertito hacia peores condiciones macroeconómicas. La disciplina fiscal que Zedillo, Fox y Calderón más o menos han mantenido, se esfumará. El populismo y la demagogia no crean desarrollo, crean dependencia. Si no, al tiempo.  Yo me lavo las manos, pero al menos 1 de cada dos personas que lean esto no podrán decir lo mismo.

 

Dany Portales

http://no-al-populismo.blogspot.com/

"El castigo que los hombres buenos tienen que pagar por no estar interesados en la política es ser gobernados por hombres peores que ellos mismos" (Platón)